Cuando falta una semana para que el rey Felipe VI lleve a cabo la tercera ronda de consultas, con que encontrar candidato a la investidura, el clima entre los principales partidos estatales es de nuevas elecciones para el 26 de junio. También, entre el gobierno en funciones, quien ha decidido devolver este mes de abril la mitad de la paga extra de Navidad suprimida en 2012 a los funcionarios, y que todavía tenía pendiente. Así, parece que el equipo de Mariano Rajoy ha empezado la campaña electoral con la clásica estrategia de contentar al funcionariado, en un intento de maximizar su apoyo electoral.
Lo increpaba por la mañana el número dos de Podemos, Íñigo Errejón, quien encontraba "nada inocente, vergonzoso, insultante y electoralista" que el gesto se produjera precisamente ahora, cuando "suenan rumores" de elecciones. "Le habrá coincidido así en el calendario, pero lo ha decidido justo esta semana", ha remarcado el podemita, indignado. Errejón no es el único que mantiene esta sospecha. Los sindicatos CCOO y UGT se han pronunciado este martes sobre el gesto de los populares. "Nuevamente, el Gobierno del PP instrumentaliza a los empleados públicos: sus nóminas y sus derechos, para sacar un mayor rédito electoral", denunciaban los ugetistas.
Estas tesis llegan en un momento en que la investidura está más atascada que nunca. La llamada que presuntamente se tenía que producir entre Rajoy y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, está en el limbo. El portavoz del PP en el Congreso, Rafa Hernando, indicaba después de la Junta de Portavoces que "era muy difícil, pero no imposible" que este gesto ocurriera. Como adelantaba El Nacional, en Génova ya barajan la posibilidad de que los números les sean favorables para sumar con Ciudadanos, en caso de nuevos comicios.
De hecho, en un momento dado de la comparecencia, Hernando soltaba una frase poco casual. "Es la última vez que comparezco en este atril", es decir, después de la Junta de Portavoces, antes de la disolución de las Cortes el 3 de mayo. Aquello que podía parecer un lapsus, quedaba constatado, cuando afirmaba que era una "tomadura de pelo, haciendo como si no pasara nada" que la mesa del Congreso siguiera convocando plenos la próxima semana. Precisamente, será entonces cuando el Rey observará que los partidos no se han puesto de acuerdo para sumar una mayoría para investir presidente.
Pero mientras las miradas están puestas en Génova, después de que las bases de Podemos rechazaran el pacto entre PSOE y Ciudadanos, el PP solamente contempla un escenario de elecciones. "Habríamos buscado un desbloqueo de la situación, si Sánchez hubiera caído antes del caballo y hubiera decidido dar apoyo al señor Rajoy", afirmaba Hernando. Su oferta sigue siendo la gran coalición con los socialistas, y quizás también con C's.
La actuación de Rajoy era criticada por el portavoz en el Congreso, Juan Carlos Girauta, quien repetía "el escenario de bloqueo institucional" en que el presidente en funciones habría sumido el país. Para Girauta, "sería deseable que en estos poquísimos días que quedan se celebrara de una vez la reunión que extrañamente no se ha celebrado". La formación naranja insiste en que en un hipotético escenario de elecciones, se desmarcarían del pacto con el PSOE, en tanto que "son partidos diferentes, con programas diferentes".
Así las cosas, el único que parece ajeno al limbo preelectoral que vive España es el PSOE, quien todavía "tiene esperanza" y "no se resigna a que la legislatura no se ponga en marcha", como decía el portavoz al Congreso, Antonio Hernando. Al menos, agradecidos estarán los funcionarios, que con el inicio de campaña recuperarán su dinero pendiente. Eso, a pesar del comunicado de CCOO afirma que tenían "serias dudas" que esta estrategia sirviera para votar a Rajoy, en tanto que "les devuelve aquello que les había quitado".