El presidente del grupo de Catalunya Sí Que Es Pot, Lluís Rabell, ha tildado de "racista" el manifiesto firmado por el Grupo Koiné que pide que el catalán sea “lengua territorial” única en una Catalunya independiente. El president Carles Puigdemont ha reivindicado la importancia de la inmersión lingüística así como la defensa de la pluralidad cultural de Catalunya y se ha remitido al programa de JxSí para explicar la política del Govern en relación en la lengua.

El manifiesto impulsado por el Grupo Koiné, que reúne a más de 200 profesionales, exige a los partidos independentistas que incorporen el debate sobre el estatus que debe tener el catalán como una de las cuestiones fundamentales del proceso de construcción de la República catalana.

“Por primera vez dentro del campo soberanista aparece una posición racista, fundamentalista cultural”, ha reprochado Rabell afirmando que se trata de un fenómeno inquietante que ha descrito como el “reflejo invertido” de las presiones que recibe la sociedad catalana por parte de aquellos que atacan el catalán.

“Es un elemento político peligrosísimo”, ha asegurado Rabell reprochando que hay dirigentes de JxSí que han pedido tener en cuenta el texto.

“No le haga decir al manifiesto cosas que no dice”, ha replicado Puigdemont, que ha insistido en que la propuesta de JxSí en relación al catalán es lo que incluye el programa electoral y el compromiso de garantizar los derechos de todos los hablantes.

El president ha mostrado el orgullo por el trabajo hecho por la inmersión lingüística para utilizar el catalán como vehículo de normalización social y ha circunscrito el manifiesto a un debate sociolingüístico. Ha insistido en que se hacen muchos manifiestos y que el Govern no se puede pronunciar sobre todos.

“No saldremos adelante con esta tibieza”, ha replicado Rabell, que ha reprochado que el texto habla de la inmigración como “elementos colonizadores involuntarios del franquismo” cuando se trata de un sector de la sociedad que ha resultado decisivo para la “defensa del catalán y la inmersión lingüística”.

La contundencia de la intervención de Rabell ha provocado sorpresa en los escaños del Govern y ha levantado el aplauso entre los diputados de Ciutadans así como la felicitación del socialista Miquel Iceta. Se trata de un cambio sustancial en el debate lingüístico que habitualmente suscita un consenso muy amplio y transversal en el hemiciclo.