Los borradores de dos decretos ley que prepara el Ministerio de Universidades y que relega la filología catalana al área de "lenguas modernas y sus literaturas", haciendo que deje de ser un ámbito de conocimiento, ha indignado al Govern. El conseller de Recerca i Universitats, Quim Nadal, ha avisado al ejecutivo estatal que presentará recurso contra estas normativas si no aceptan las alegaciones que ya ha presentado su Departament: "Si no prosperan las alegaciones, nos queda la vía del recurso e iremos hasta las últimas consecuencias". Nadal denuncia que estos textos "excluyen" los estudios de filología catalana y considera que es "inaceptable".

En esta línea, el titular del Departament de Recerca i Universitats ha apuntado que es una "paradoja" que el preámbulo de estos decretos proclame "la autonomía universitaria", pero al mismo tiempo trate de anular con estos textos las "ventanas de oportunidad". "Uno tiene la impresión de que, por la vía de los decretos, el Govern intenta anular la flexibilización que abría la ley orgánica del sistema universitario", ha indicado. Las alegaciones se presentaron el día 27 y Quim Nadal ha afirmado que, "si la respuesta a estas es en positivo, habremos acabado aquí; si no, habrá acabado la vía del diálogo e iniciaremos la del recurso".

Un sottogoverno "con ánimo reglamentista"

Con todo, Nadal ha manifestado que espera que "el ministro Joan Subirats rectifique un contenido que afecta claramente a la lengua catalana" y ha apuntado que el responsable del Ministerio de Universidades "quizás se ha encontrado con un sottogoverno con ánimo reglamentista que desmiente el mismo espíritu de la Ley Orgánica del Sistema Universitario", en referencia, de nuevo, al principio de autonomía universitaria.

Las alegaciones presentadas van en la línea de denunciar que estos decretos ley "afectan gravemente" a la continuidad de los estudios de filología catalana y el Govern lo valora como un "retroceso histórico". En estos borradores, se desgranan los ámbitos de conocimiento, que concretan aquello que tienen que demostrar que saben los que optan a una plaza de profesor. Ahora bien, estos ámbitos quedan reducidos y el texto arguye que se hace para "permitir y favorecer la movilidad del profesorado, así como facilitar su carrera profesional y la necesaria interdisciplinariedad y colaboración entre especialidades". De la lista, no solo ha desaparecido la filología catalana, sino que tampoco figura ni la vasca ni la gallego-portuguesa. De hecho, la catalana solo queda circunscrita a un "área de conocimiento", de manera que se limita a una acreditación que contribuye a que los docentes puedan presentarse a concursos. Por su parte, Esquerra Republicana ha pedido la comparecencia del ministro de Universidades, Joan Subirats, en el Congreso para que explique su opinión sobre "el ámbito de conocimiento de la filología catalana".