La conmemoración de los seis años del 1-O llega en plena negociación de los partidos independentistas en el Estado para la investidura del próximo presidente del Gobierno y este hecho ha sobrevolado en todo momento el acto conjunto convocado por las entidades en la plaza Catalunya. Las negociaciones con el PSOE han estado presentes en un nuevo toque de atención de la presidenta de la ANC, Dolors Feliu, a los partidos; en la reivindicación de la amnistía que ha hecho el presidente de Òmnium, Xavier Antich; pero, sobre todo, en el aviso del president en el exilio y presidente del Consell de la República, Carles Puigdemont, que ha reprochado los intentos de pasar página del referéndum del 2017, incluso con "salidas personales", pero ha celebrado que "hay un retorno al 1-O". "Hoy las cosas han empezado a cambiar, no lo bastante ni mucho menos, pero sí en la buena dirección. Hace falta que entre nosotros exploremos más este camino y de manera más efectiva", ha advertido Puigdemont.

El acto convocado en la plaza Catalunya, que según la Guàrdia Urbana ha reunido 4.500 personas, ha empezado con protestas y silbidos de los asistentes porque no había ninguna estelada en el escenario. Los actores Joel Joan y Carme Sansa, responsables de presentar las intervenciones, han tenido que añadir dos esteladas a las banderas europea y senyera que presidían el acto, y pedir disculpas "por el pastelito". "Lo sentimos mucho, de verdad", se ha disculpado Joel Joan. El malestar del independentismo se ha hecho sentir también hoy en la plaza Catalunya. Hace un año la convocatoria para conmemorar los cinco años del 1-O registró una fuerte pitada contra la presidenta del Parlament Carme Forcadell y el presidente de Òmnium; esta vez, la cita conjunta del Consell de la República, Òmnium, la ANC, la AMI y la Intersindical ha vuelto a evidenciar las divergencias estratégicas. También algunas protestas.

 

Reproches a ERC

Puigdemont, que ha cerrado el acto y ha sido recibido con gritos de president, ha reivindicado el 1-O y ha advertido que siempre fracasarán todos los intentos por restarle legitimidad o trascendencia —"desde el campo contrario, y a veces también desde el propio"—. Puigdemont, que no ha ahorrado las críticas implícitas a la estrategia de ERC y su líder, Oriol Junqueras, ha descrito el 1-O como un ejemplo de resiliencia, ha llamado a continuar, "sin perder los puntos cardinales, ni malvenderlos buscando salidas personales", y ha advertido que en el Consell de la República han actuado como guardianes del 1-O, ante aquellos que lo querían hacer olvidar, o lo han intentado reescribir "para tener una vida política más plácida".

 

Las cargas de profundidad a ERC no han acabado aquí. Puigdemont ha asegurado que el objetivo del Consell era mantener la posición. Ha reprochado que ha habido durante años una estrategia que ha intentado arrinconar el Consell para arrinconar el referéndum del 2017, y que hace un año ya advirtió del riesgo de alejarse del 1-O, como referencia política, y dejaron claro que no se resignarían a la "pax autonómica" que se les proponía. No obstante, ha sido en este punto donde ha asegurado que las cosas han empezado a cambiar y ha emplazado a explorar el nuevo camino que se ha abierto.

Òmnium, amnistía

En nombre de Òmnium, su presidente, Xavier Antich, ha subrayado que aquello que hace temblar al Estado es la fuerza de la gente articulada con un objetivo común, que eso se consiguió el 1-O, que la pluralidad y la transversalidad es la fuente de la fuerza del movimiento independentista, y que Òmnium no renunciará nunca a ella. "¿Trabajamos para volver a tener articulada toda esta fuerza de la gente? O ¿seguiremos erosionando la fuerza del movimiento y regalando al Estado la ventaja que le da la exhibición continua de nuestras discrepancias?", se ha preguntado. Ha asegurado que Òmnium trabaja por la unidad y para debilitar el Estado, y que, por eso, actúan en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y trabajan para llevar a los policías del 1-O al banquillo de los acusados. "Por eso hace años luchamos por la amnistía, para forzar el Estado a reconocer que votar no es delito", ha advertido. De nuevo, aquí han aparecido protestas entre una parte del público, con silbidos y gritos de "Amnistía no".

Críticas de la ANC

Radicalmente diferente ha sido la intervención de la presidenta de la ANC. Dolors Feliu ha dirigido una nueva embestida contra los partidos políticos, a los cuales ha reprochado que "recientemente miran más a Madrid, al Congreso, que al propio Parlament", y contra el Govern de Pere Aragonès, a quien ha reclamado que si no quiere hacer la independencia, convoque elecciones. Feliu no ha escondido las críticas al hecho de que los partidos estén negociando la amnistía para facilitar la investidura de Pedro Sánchez, y ha reclamado que hablen claro, que "no confundan los nombres, que no digan autodeterminación o referéndum, que digan independencia". "Nosotros no tenemos ganas que nos perdonen ni de perdonar hasta que no podamos ejercer nuestro derecho como un pueblo libre que somos", ha advertido. La presidenta de la ANC ha reclamado que si el Congreso aprueba la amnistía, el mismo día en el Parlament "tiene que sonar la palabra independencia". "La independencia se hace en Catalunya, no se hace en Madrid. No queremos ser un pueblo perdonado y vencido. La haremos aquí, en Catalunya, y solo hay una pregunta. ¿A qué esperamos? ¿A que nos diga Madrid que la podemos hacer?", ha interrogado.

El presidente de la AMI, Jordi Gaseni —que ha sido presentado como alcalde de L'Ametlla, aunque ya no lo es, lo cual se ha tenido que encargar de corregir— ha celebrado que se estuviera haciendo un acto conjunto del independentismo que "nace de la generosidad y quiere ser otra demostración de fuerza de la unidad querida". "Des de la AMI tenemos claro quiénes son nuestros rivales. Tenemos que cuidar la cohesión del movimiento. Seguiremos haciendo todo por la unidad de acción", ha reclamado, además de emplazar a hacer política nacional desde los municipios y "no dar más municipios al unionismo".

En nombre de la Intersindical-CSC ha intervenido su secretario general, Sergi Perelló, que ha emplazado a "unir" los esfuerzos del independentismo, que tiene que acumular el impulso de los que han precedido. "Sí que podemos avanzar con todas las voces y todos los colores, construyendo una república independiente, digna, para la gente", ha reclamado.