La 'Quema de Judas' es una tradición que a los catalanes no nos suena de nada, ahora bien, si preguntas fuera de Catalunya muchos pueblos españoles te explicarán qué es. Esta fiesta, que se celebra durante la Semana Santa, como ya da pistas su propio nombre, consiste en la crema de un muñeco que representa un personaje conocido y que cambia cada año. Aparentemente una tradición inocente si no fuera porque en algunas ediciones ha creado controversia por la elección del personaje; el año 2019 en Coripe (Sevilla) se decidió que el personaje del año que merecía ser quemado era Carles Puigdemont. Normalmente se escoge un personaje que se considera malo, ya que se le desea el destino de morir quemado, para hacerse una idea de otros personajes considerados maléficos que se escogen, este año en Vallesco (Gran Canaria) se quemará a Vladimir Putin.

Los habitantes de Vallesco consideran que Vladimir Putin merece ser quemado y apedreado por su decisión de iniciar una guerra y por las numerosas masacres que están cometiendo sus soldados. Los de Gran Canaria han decidido que un personaje como Putin que, por ejemplo, ordenó la matanza de Bucha, en los alrededores de Kyiv, donde se encontraron centenares de cadáveres que habían dejado los soldados rusos en su retirada de la capital, tiene que ser escogido el peor personaje del año y por lo tanto quemado. Pues una decisión parecida se tomó enCoripe en el 2019, cuando la catalanofobia y el odio extremo invadieron las calles de la localidad y convirtieron al presidente en el exilio, Carles Puigdemont, en el protagonista de la fiesta. Un muñeco de tamaño real del presidente, preparado con una estelada y un lazo amarillo muy grande en la solapa de la americana, recorrió las calles de la localidad hasta llegar a la plaza del pueblo. Allí, el Judas del año (Puigdemont) fue colgado por el cuello de una higuera, lo tirotearon y quemaron del todo. Entre los Judas de otras ediciones hay Eva Sannum, Iñaki Urdangarin, el asesino de Marta del Castillo o bien Ana Julia Quezada, la asesina confesa del niño Gabriel.

Las excusas de Putin

Es fácil comprender que Vallesco se haya decantado por Putin; el presidente ruso aseguró este martes que la masacre y barbarie cometido en Bucha es una "falsificación". El líder del Kremlin fue más allá y comparó esta "mentira" con las presuntas armas de destrucción masiva de Iraq que alegaron los Estados Unidos para iniciar una invasión: "Aquello era igual de falso que Bucha", insistió. En paralelo, Putin explicó que, cada vez que algún líder europeo u occidental le reprocha en conversaciones telefónicas las "atrocidades" cometidas en Ucrania, él responde con la "brutal destrucción que causó la aviación norteamericana en ciudades de Siria, como Al-Raqqa." En este sentido, el mandatario ruso criticó que "nadie reaccionó entonces" y que se hizo el "silencio".