El president Carles Puigdemont no ha tardado en responder al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el cual ha tildado a la policía patriótica del gobierno del PP de "cáncer que tendría que ser impensable" en una democracia, pero que "desgraciadamente ha sido una realidad". Puigdemont ha recogido las declaraciones del titular del Interior en RTVE y le ha reprochado que nadie haya pagado por esta trama que se ocupaba de atacar a rivales políticos o investigar al exfiscal superior de Catalunya Martín Rodríguez Sol, entre otras cosas.

En un mensaje en su perfil de X (antiguo Twitter), el dirigente independentista ha criticado que "con la información de que se dispone, conocida por jueces que casualmente no mueven ni un dedo, cualquier Estado democrático emprendería acciones contundentes para enviar a la carcel a los autores intelectuales y todos los señores X de esta trama". Además, Carles Puigdemont ha añadido que esta "sí es una trama real, y esta sí que es una amenaza a la democracia". Acto seguido, el presidente en el exilio se ha dirigido a las instituciones europeas: "porque un cáncer en el Estado de derecho de uno de sus países miembros dinamita los cimientos de la UE".

Puigdemont y la supuesta trama rusa

Cuando Carles Puigdemont en su mensaje dice que "esta sí que es una trama real", se refiere a las supuestas conexiones entre el independentismo y el Kremlin, un hecho que ya ha negado también el propio Marlaska: "No me consta la conexión entre el independentismo y Rusia". Precisamente este jueves, Puigdemont negaba la trama rusa y acusaba al PP "de arrastrar" el Parlamento Europeo por intereses "partidistas". Después de que la Eurocámara votara también este jueves una resolución que pide a España la investigación de las "supuestas conexiones" entre eurodiputados catalanes y el Kremlin, Puigdemont envió una carta al resto de eurodiputados asegurando que "no ha existido ninguna trama rusa ni ninguna connivencia con el régimen de Putin".

El eurodiputado de Junts atribuyó el caso a "la guerra sucia" de "la policía patriótica, los jueces patrióticos y la corrupción sistémica del PP". Así, indicó que cree que el caso tiene "bastantes similitudes con la construcción de la teoría de la conspiración de los atentados del 11-M". "Se fabrican conclusiones a partir de hechos que no tienen relación entre sí. Se crea suficiente verosimilitud para que alguien acabe comprando una mercancía averiada". Puigdemont lamentó que "en esta estrategia se ha arrastrado también a un Parlamento Europeo convertido cada día más en una caja de resonancia de las estrategias partidistas de las delegaciones nacionales, en lugar de velar por la democracia".