El pulso que la coordinadora del PDeCAT, Marta Pascal, ha planteado al president Carles Puigdemont y su Crida Nacional per la República se ha cerrado este sábado con la hasta ahora líder del partido fuera de la dirección y con la formación demócrata dirigiéndose a un proceso de transición hacia al nuevo movimiento.

La contundencia de la apuesta ha dado pie incluso a que el president, Quim Torra, que no acudió a la apertura de la asamblea el viernes, aunque estaba inicialmente anunciado, haya comunicado que participará en la clausura. También este domingo se hará el acto de homenaje a los presos que se tenía que haber celebrado el sábado y que, según algunas fuentes, se anuló por voluntad de los dirigentes demócratas encarcelados de no ser "utilizados" por la dirección.

Bonvehí-Nogueras

A partir de este domingo, el PDeCAT estará dirigido por una nueva ejecutiva, presidida por el hasta ahora número dos de Pascal, David Bonvehí, y con la diputada en el Congreso Míriam Nogueras como vicepresidenta; incorporará a miembros muy próximos a Puigdemont como los conselleres Damià Calvet y Miquel Buch, o el responsable del grupo de JxCat, Albert Batet. Todo después de que la ponencia organizativa ha pasado esta madrugada de dos a tres el número de cargos que pueden acumular los miembros de la dirección y a condición que se acepte en el plenario una enmienda para eliminar incompatibilidades de los consellers. En caso contrario, los consellers tendrán que apelar a su condición de miembros del Govern para poder participar en las reuniones de la dirección.

También se ha acordado que seguirán en nueva ejecutiva todos los miembros de la dirección de Pascal que quieran continuar -es decir, todos excepto dos que ya habían comunicado la baja, Lluís Font y Meritxell Ruiz-. Pero no les acompañará Pascal. Tampoco el alcalde de Molins, Joan Ramon Casals, que había anunciado una candidatura alternativa en caso de que la coordinadora general decidiera continuar.

Todo, se cerrará con una dirección con alrededor de 25 miembros, según fuentes de la negociación, que no tendrá coordinador general ni coordinador de organización, según fija el llamado acuerdo de Lledoners.

Gritos y tensión

Los debates en ponencia se han cerrado a las doce y media de la madrugada con un final agitado en la ponencia de organización, la 2, donde la tensión ha estallado a la hora de fijar la composición de la comisión delegada que tendrá que conducir la transición hacia la Crida Nacional. El sector afín en Puigdemont ha defendido -y aprobado- que esta comisión esté integrada por el presidente y vicepresidenta del partido y los cuatro consellers encarcelados y en el exilio. La dirección saliente reclamaba ampliarla también a representantes del partido y el territorio, en un debate que ha acabado con tensión y gritos entre Bonvehí y Buch, según algunos de los asistentes.

La apuesta de moderación de Pascal por lo que respecta al proceso independentista se ha visto replicada por una enmienda que no descarta la vía unilateral para hacer efectiva a la República catalana lo más pronto posible, que se tendrá que ratificar en el pleno. En cambio, su reivindicación para mantener activo el PDeCAT a pesar de sumarse a la Crida de Puigdemont podría encontrar respuesta en una enmienda que condiciona la disolución del partido a una consulta a la militancia.

A lo largo de todo el día en los pasillos del palacio de congresos de Barcelona donde se celebra la asamblea las negociaciones han sido constantes, también las presiones y el cruce de versiones, a menudo contradictorias, sobre las conversaciones y sobre las múltiples visitas los últimos días a la prisión de Lledoners.

Renuncia

La paternidad de la propuesta de situar a Bonvehí en la presidencia del partido es una de las cuestiones que ha dado pie a versiones directamente contrapuestas. Los críticos aseguran que hace días que la habían planteado, mientras Pascal se atribuye la iniciativa. No sólo eso, la coordinadora asegura que fue ella quien planteó el tándem Bonvehí-Nogueras el viernes por la mañana con ella como coordinadora en una conversación con el conseller Josep Rull en Lledoners.

Fuera o no así, Puigdemont había dejado claro que no tenía intención de aceptar su continuidad al frente del partido. Esta evidencia ha sido incluso admitida de manera pública por Pascal cuando ha comparecido a media tarde ante los medios para anunciar su decisión de retirarse. "Es evidente que la coordinadora del PDeCAT no puede ser que no tenga la confianza del president Carles Puigdemont. Yo no la tengo, como es evidente, como se ha visto," ha admitido.

Fuentes próximas a Pascal aseguraban en los pasillos de la asamblea que la negativa de Puigdemont a que continuara en el cargo obedecía a la decisión de esta de apoyar la moción de censura de Pedro Sánchez que acabó con la presidencia de Mariano Rajoy, dado que esta decisión no coincidía con la estrategia del president.

Después de una jornada intensa de presiones y renuncias, este domingo el PDeCAT tendrá que cerrar su primera asamblea nacional con una nueva dirección y un hito claro, la convención en que este otoño la Crida de Puidgemont se pondrá en marcha.