El presidente en funciones, Carles Puigdemont, ha emplazado esta noche a los países de la UE a contribuir a hacer que se respete el resultado democrático de las elecciones del 21 de diciembre, y permitir que el Govern catalán pueda volver a funcionar con normalidad. Puigdemont ha hecho una intervención por videoconferencia en Montpellier (Occitania, Francia), donde ha precisado que ésta es una petición que hace "como president de Catalunya y como ciudadano de Europa". "Espero de todos los países europeos un respeto por la democracia", ha remarcado.

Ha presentado una reivindicación de perfil democrático. "Quiero volver con seguridad y con toda la legitimidad a Catalunya como el president escogido por un Parlament, que es un Parlament que sale directamente de la voluntad de los ciudadanos. Eso no es ahora posible porque existe una amenaza de impedirme poder ser el president", se ha quejado.

El president ha apuntado que incluso Francia tiene una posición más democrática que España en estas cuestiones, porque ha abierto diálogo con el gobierno de Córcega después de las elecciones en esta isla que han dado la victoria a los soberanistas. "España tendría que aprender la lección. Tratan el tema hablando", ha apuntado.

El president ha recordado que el vicepresident Oriol Junqueras, el hasta ahora conseller d'Interior, Joaquim Forn, y dos representantes de entidades, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, están en prisión, que medio Govern está exiliado en Bruselas, y que el ejecutivo español interrumpió la legislatura catalana con el artículo 155 y convocó elecciones. "Nuestro autogobierno ha sido liquidado, más de 700 alcaldes son perseguidos, hoy en España hay prisioneros políticos y electos amenazados de detención", ha resumido para dibujar la excepcionalidad del escenario. Y se ha preguntado por qué se produce esta situación: "Porque hemos cumplido el programa electoral", ha deducido.

Puigdemont ha cuestionado que el Gobierno español haya evitado toda negociación política y, en cambio, se haya refugiado en los tribunales para combatir las demandas catalanas, y lo ha atribuido a una baja calidad democrática española. "En España todavía se puede notar la sombra del franquismo", ha indicado, porque considera que la Constitución está lejos de haber sido fruto "de un proceso de transición ejemplar", tal como proclama la versión oficial.

El president se ha mostrado muy crítico con la forma como se actuó desde el poder español en las elecciones catalanas, y ha acusado a "los aparatos del Estado" de haber actuado a favor de los partidos unionistas, mientras la mayoría de medios de comunicación "no respetaron la pluralidad". Dirigiéndose de forma directa al presidente español, Mariano Rajoy, y teniendo en cuenta la victoria de los independentistas, no ha dudado preguntarle si respetará los resultados del 21-D y permitirá el Govern que decida el Parlament. "Hoy en España existen prisioneros políticos y electos amenazados de detención", ha explicado al público que lo escuchaba.

Al acto también han participado a la diputada de Junts per Catalunya Laura Borràs, la de ERC Anna Surra y la dirigente de la CUP Mireia Boya. Esta ha saludado a Puigdemont reiterando su esperanza de que pueda volver pronto a Catalunya.