Después del desayuno informativo, la visita del president Carles Puigdemont a Madrid ha continuado en la Fundación Ortega y Gasset. ¡En una carpa, de formato veraniego y cultural, Puigdemont ha presentado un nuevo ciclo de jornadas denominadas "Escolta Espanya, Escucha Cataluña!" A propósito del acto, el presidente ha indicado que el diálogo es una "nación de todos" y que la cultura del pactismo tiene que construirse entre las dos partes interpeladas. "Nadie oye hablar del pactismo español", ha lamentado Puigdemont, mientras indicaba que sí hay "pactismo catalán" y que las dos partes tienen que sentarse y acordar. 

Las alusiones al referéndum eran veladas, pero evidentes. "Pongamos que el diálogo es una nación para dar soluciones. El diálogo es una nación y en Catalunya es nuestra" casa, ha pronunciado. "Reivindico el derecho a dialogar", ha añadido haciendo un pequeño guiño sobre el derecho a decidir. Asimismo, ha indicado que para dialogar cuando las desavenencias son profundas, hace falta "coraje".

Puigdemont ha partido de esta idea constructiva, para acabar con un argumento pesimista, en la línea de la incapacidad de reforma el Estado que ya había subrayado en el hotel Palace. "¿Si no se han puesto de acuerdo para formar gobierno, como quiere que se pongan de acuerdo para abordar reformas constitucionales?". La pregunta ha quedado en el aire, hasta que el president ha dado un giro argumental donde parecía responderse a sí mismo. "Espero que no sean unas jornadas más y que la transferencia del conocimiento que se genere en ellas se ponga en práctica", ha sentenciado. Es decir, "Escolta Espanya", como en el famoso poema de Salvador Espriu "Escolta, Sepharad", y que por cierto Joan Maragall cierra con un "Adéu Espanya" cuando el Estado no escucha a su interlocutor, como ha recordado.

A medida de que el discurso se volvía más agrio, ha habido espacio para la queja. Dentro de esta tesitura, el mandatario catalán ha recordado que el catalanismo político "ha hecho grandes aportaciones" a España y al proceso de construcción de Europa, en sus valores fundacionales. Este punto era la respuesta a aquellos que afirman que Catalunya quedará fuera del proyecto comunitario, si opta por culminar la independencia.

También ha parafraseado el poeta Jaime Gil de Biedma, y en sí mismo, cuando una vez en el Parlament dijo: "Que la independencia iba en serio, se dieron cuenta tarde", ha remachado.

John Elliott, historiador anglosajón

La jornada ha contado con la intervención del reputado historiador anglosajón John Elliott, estudioso de la historiografía de Catalunya a partir del año 1630, las revueltas previas a 1714. 

Elliot ha empezado la explicación recordando que una vez un policía le respondió "habla la lengua del imperio" cuando se acercó a preguntarle una cuestión en catalán. Esta expresión no se daba desde el siglo XVII, como ha indicado, relatando la forma como el Estado, adoptando la cultura castellana, conquistó lo que él denomina "las Españas". Es decir, que el autor hace una diferenciación entre el gobierno, el territorio, y la conquista de los diversos reinos por parte de la Corona española.