El president en el exilio, Carles Puigdemont, ha cargado contra el juez Manuel Marchena, después de que éste ha intentado descalificar el dictamen de la ONU sobre los presos políticos catalanes.

"Acusar de "insidia" y "grosero desconocimiento" al grupo de trabajo de la ONU es una actitud muy alejada de lo que se espera de un Estado miembro. Denegar la libertad una vez ya se conoce la resolución del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU es señal de desprecio a los compromisos internacionales", ha indicado Puigdemont.

El juez Manuel Marchena ha aprovechado el escrito del Supremo que deniega la libertad de los presos para cargar con contundencia contra el informe del grupo de trabajo la ONU sobre detenciones arbitrarias que reclamó su liberación. El escrito del tribunal que juzga el procés, donde Marchena ha actuado como ponente, no se limita a negar todo tipo de carácter vinculante del informe de las Naciones Unidas, sino que descalifica tanto los argumentos, como sus trabajos y la forma como han sido comunicadas las conclusiones.

"No faltan en el dictamen las afirmaciones extravagantes, faltadas de toda lógica y de posible encaje en nuestro sistema procesal", sentencia el texto, donde se asegura que son muchos los motivos para la discrepancia con los trabajos del grupo.