El president en el exilio, Carles Puigdemont, se ha presentado voluntariamente ante las autoridades belgas en respuesta a la euroorden cursada por tercera vez por el juez Pablo Llarena. Y por tercera vez, la justicia belga ha decidido dejarlo en libertad. Sin fianza, sólo con la obligación de comunicar su domicilio, viajes y actividades. La vista sobre la euroorden será el 29 de octubre.

El magistrado reactivó la euroorden el lunes reclamando la detención inmediata de Puigdemont por los delitos de sedición y malversación. "Estaré a disposición de la justicia belga para aquello que me necesite", ha explicado el president después de comparecer ante el juez.

Puigdemont se presentó ayer, a las diez de la mañana, ante las autoridades. A las 15 horas compareció ante el fiscal y a las 18,45, en el juzgado. La comparecencia se alargó a la espera de la respuesta de Madrid. Según fuentes de su entorno "ha pasado la noche en dependencias de las autoridades belgas". Estas fuentes niegan que en ningún momento haya sido detenido.

Ante el juez, el president se ha opuesto formalmente a su extradición y ha alegado su inmunidad como diputado en el Parlamento Europeo. Precisamente, el juez Llarena tiene intención de comunicar de "manera inmediata" a las autoridades belgas que Puigdemont no tiene inmunidad porque no ha acatado la Constitución y no ha tomado posesión de su escaño y, por lo tanto, no es miembro de la Eurocámara.

El juez competente tendrá que resolver en el plazo de unos días sobre el fondo de la cuestión.

Al abandonar el juzgado, el president se ha dirigido de nuevo a Waterloo.

Horas después, ha explicado la decisión de la justicia belga a través de un tuit.