"No pasará nada". Así es como cree que acabará Carles Puigdemont la polémica por el foro de jueces españoles donde se intercambiaron durísimos mensajes las semanas previas y posteriores al 1 de octubre en que expresan odio y animadversión hacia los independentistas catalanes y llaman "golpistas" o comparan con los nazis los promotores del referéndum de autodeterminación, los presos políticos catalanes y los exiliados.

Según el presidente en el exilio "los jueces tendrían que garantizar la presunción de inocencia, el respeto personal hacia todos y el respeto al Estado de Derecho"; una serie de cosas que el presidente afirma que no pasan en el estado español.

Puigdemont se expresa con dureza y asegura que "el fanatismo de los jueces es una carcoma enorme que devora la democracia".

El mensaje del presidente catalán es la respuesta a un tuit del vicepresidente primero de la Mesa del Parlament, Josep Costa, donde recuerda que se sancionó un juez el marzo pasado por "falta grave de desconsideración" al titular del juzgado del Contencioso número 17 de Barcelona, Federico Vidal, por haber tildado de "terroristas de uniforme" los agentes policiales que participaron en la represión del referéndum del 1 de octubre.