El viaje del president en funciones, Carles Puigdemont, este lunes a Copenhague, llega con la mirada puesta sobre el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, que podría activar la euroorden de detención y entrega. La Fiscalía, de hecho, anunció ayer que se lo requeriría si se producía el viaje.

A pesar de esto, ¿tramitará Llarena dicha orden? Según avanza el ARA, que cita fuentes jurídicas, el magistrado del Supremo "difícilmente" lo hará.

Esto, aunque la legislación danesa contempla un delito parecido al de rebelión -con pena de cadena perpetua revisable- por declarar la separación de una parte del territorio estatal. Se cumpliría así el requisito de "doble incriminación" -delito en ambos países- al contrario de lo que pasaba con Bélgica.

Llarena querría dejar así "para más adelante el hecho de poner el foco sobre Puigdemont", para centrarse ahora en avanzar en su plan de instrucción.

Por otra parte, otras fuentes habrían dicho que no hay suficiente tiempo para materializar la solicitud de la Fiscalía, aunque el mismo abogado de Puigdemont, Jaume Alonso-Cuevillas, ha explicado esta mañana en Catalunya Ràdio que se podría activar la euroorden "muy rápido".