El presidente en el exilio, Carles Puigdemont, explica en su segundo libro, M'explico. La lluita a l'exili (La Campana), que se publicará el próximo jueves, su detención en Alemania durante el mes de marzo de 2018. En un adelanto editorial que realiza este sábado La RepúblicaEl Punt Avui, Puigdemont narra con todos los detalles cómo la policía alemana le arresta de vuelta hacia Bélgica desde Finlandia y cómo es su primera noche en la prisión.

En esta primera noche, Puigdemont escribe: "Pase lo que pase, Catalunya no se puede rendir. Bajo ningún concepto, tampoco el de la represión y el uso de la violencia policial extrema". "Toca defender a la república ante un estado y sus cómplices, que no aceptarán nunca la democracia, el diálogo y el acuerdo", continúa desde su celda.

En este escrito también garantiza que defenderá sus derechos hasta el final para asegurar que puede seguir luchando por los derechos colectivos y defender la legitimidad del gobierno "injustamente silenciado". Además, Puigdemont comenta la "fatalidad histórica" de su detención: "La última vez que un presidente catalán fue arrestado lo fue también por la policía alemana, y también por una petición expresa del Gobierno", en referencia a Lluís Companys.

Vista ante el juez

Puigdemont explica también cómo pasa ante la jueza, quien le pregunta si ha cometido algún delito. El presidente responde que obedeció el mandato del Parlamento y que el Gobierno no gastó dinero público en el referéndum. Finalmente, la jueza, considerando que hay un posible riesgo de huida, decide que Puigdemont continúe en prisión provisional mientras no se decida qué hace Alemania con la euroorden dictada por el juez Pablo Llarena.

"Hoy ha sido un día malo. La jueza ha decidido mantenerme en la prisión hasta que el tribunal regional decida sobre la petición que han formulado las autoridades españolas", lamenta en un escrito, a la vuelta del juzgado. El presidente también constata la "incomodidad" o incluso "vergüenza" que entrevé en la jueza, en la policía y en los vigilantes.

Carles Puigdemont saliendo de la cárcel de Neumüsnter / Efe

"El personal de la prisión me ha recibido muy y muy bien. La chica responsable de abrir mi ficha como prisionero me ha pedido perdón y ha expresado la vergüenza que sentía. Y con los vigilantes, igual. A todos les he pedido que no se preocuparan, de que entendía perfectamente su trabajo y que en ningún caso la culpa era suya. ¡Qué contraste con el trato que reciben mis compañeros que están en las prisiones de Madrid!", apuntaba.

Después de M'explico. De la investidura a l'exili, la segunda entrega del libro también relata las negociaciones frustradas con ERC y la tensión en Estrasburgo el día de la manifestación, además de análisis político de aquellos hechos.