El presidente en el exilio, Carles Puigdemont, ha trasladado un mensaje de apoyo a los condenados por el referéndum del 1-O que continuarán inhabilidades con la aplicación de la reforma del Código Penal pactada entre el Gobierno y Esquerra Republicana. En un mensaje en su cuenta oficial de Twitter, Puigdemont ha lamentado que "el Estado siempre se activa cuando alguien de ellos tiene la tentación de salir del guion, ya sea por un Estatuto, ya sea por un Código Penal." Con todo, ha hecho un llamamiento a la resistencia de Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva y Dolors Bassa, que seguirán inhabilitados hasta el 2030 o el 2031. "Si la injusticia persiste, nosotros también", ha lanzado.

El tuit del presidente Puigdemont

El Supremo mantiene la inhabilitación en Junqueras, Turull, Romeva y Bassa

La sala de lo penal del Tribunal Supremo, presidida por Manuel Marchena, ha revisado la condena a los independentistas catalanes en función de la reforma del Código Penal pactada por el PSOE y Esquerra Republicana. La principal conclusión es que, siguiendo el mismo criterio del instructor Pablo Llarena, el Supremo condena Oriol Junqueras, Raül Romeva, Jordi Turull y Dolors Bassa por los delitos de malversación y desobediencia y los mantiene la inhabilitación hasta el 2031. Ahora bien, la sentencia extingue las penas de inhabilitación contra Jordi Sánchez, Jordi Cuixart, Josep Rull, Joaquim Forn y Carme Forcadell por la revisión de delitos.

El independentismo reacciona a la revisión de condenas

Las primeras reacciones a la revisión de las penas de los condenados en el juicio al procés no se han hecho esperar. En un mensaje en Twitter, el exsecretario general de Junts, y uno de los beneficiarios de la revisión, Jordi Sànchez, ha denunciado que "no tuvimos un juicio justo como no es justa esta revisión de condena". Con todo, confía en la justicia europea para que les dé la razón: "La última palabra la tendrá el TEDH", ha asegurado. Por su parte, el también condenado por el 1-O Josep Rull, ha denunciado en una piada que "Un Tribunal Supremo que se continúa moviendo con parámetros políticos, retorciendo el derecho hasta extremos inauditos y arbitrarios".