El independentismo ha vivido las últimas horas un soplo de aire gracias a la sentencia de la justicia europea. En sólo 24 horas ya ha habido la primera consecuencia importante: la acreditación provisional de Carles Puigdemont y Toni Comín como eurodiputados de la Eurocámara. Con el impulso que eso supone, el Consell per la República, que cuenta con 84.000 inscritos, ha celebrado esta noche un acto con la participación por videoconferencia de ambos, y también de Clara Ponsatí y Lluís Puig. La convocatoria ya estaba prevista antes del veredicto del TJUE, pero la decisión del tribunal ha insuflado una euforia especial a la cita. 

El objetivo del encuentro, que ha tenido lugar en Sant Celoni, era la presentación pública de más de un centenar de los llamados Consejos Locales por la República, agrupaciones integradas por miembros de la sociedad civil alrededor del territorio que se autodefinen como "instituciones locales libres no sometidas a los poderes del Estado español para trabajar para hacer efectiva la independencia". El cónclave se ha fijado la misión de "superar las batallas de partidos, de siglas." 

Superado el trasiego de las últimas horas, Puigdemont se había estudiado bien el discurso, que ha centrado en reivindicar que "el papel del exilio, la trinchera exterior, ha sido fundamental". El líder de JxCat ha puesto en valor su tarea, que bajo su punto de vista ha servido para evitar que el Estado español consiguiera "decapitar el movimiento". "Estamos en pie, firmes y decididos," ha manifestado. Al mismo tiempo, ha aprovechado para subrayar como "objetivo más importante" el "reconocimiento exterior de la República Catalana". El president ha tenido un recuerdo para Junqueras y el resto de presos independentistas y se ha despedido con uno "hasta muy pronto" que ha hecho vibrar a la sala.

"Es muy difícil hoy no ir con una sonrisa de oreja a oreja", ha confesado Comín. El exconseller de Salud ha apuntado que ahora toca "ganar la batalla de la correlación de fuerzas" y que la sentencia del TJUE de ayer es "un paso de gigante, histórico." Tanto es así que "en Madrid están en pánico, al borde de un ataque de nervios", ha aseverado. Ahora bien, ha puesto el énfasis en la necesidad de que en paralelo a la acción exterior se siga haciendo "trabajo interior", en la línea de los Consejos Locales por la República. "Hoy la República está mucho más cerca", ha concluido.

La primera exiliada en tomar la palabra ha sido Clara Ponsatí, desde Escocia. La exconsellera entrará como eurodiputada dentro de unas semanas, cuando se active el Brexit y los británicos abandonen sus escaños. Aprovechando la conexión, ha querido espolear a los presentes. "La República no nos la hará la corte europea de justicia, lo tenemos que hacer nosotros sobre el terreno", ha sentenciado.

Después de ella ha sido el turno de Lluís Puig, que ha entrado desde Bruselas. El ex titular de Salud ha definido los Consejos Locales como herramienta "imprescindible" para alcanzar la República. Él también ha querido denunciar que "hace 35 horas que el vicepresident Junqueras está secuestrado en Lledoners". Y ha advertido que "no hemos llegado hasta aquí para llegar a ningún pacto de nada, sino para llegar hasta el final".

Durante el acto se ha aprovechado también para aplaudir la liberación de tres de los CDR encarcelados desde el 23 de septiembre y hasta hoy por parte de la Audiencia Nacional en Madrid.