El president en el exilio, Carles Puigdemont, y el conseller Toni Comín han querido acceder hoy a la sede del Parlamento Europeo en Bruselas y poner en marcha el procedimiento que quedó interrumpido de manera abrupta el pasado 1 de julio en la frontera entre Alemania y Francia. Aquel día, el Tribunal General de la UE desestimó dictar medidas cautelares a favor de los dos eurodiputados electos para poder acceder a tomar posesión de sus escaños en el hemiciclo de Estrasburgo después de que el presidente, Antonio Tajani, les había impedido el acceso al edificio. Al día siguiente se constituyó la nueva Cámara y los dos eurodiputados electos no pudieron ni atravesar la frontera ante la posibilidad de ser inmediatamente detenidos.

Este jueves, casi seis meses después, el mismo TJUE ha sentenciado, sin dejar margen a ninguna otra interpretación, que el también eurodiputado electo Oriol Junqueras disfrutaba de la inmunidad parlamentaria cuando fue juzgado y condenado en el Supremo a 13 años de prisión por los delitos de sedición y malversación. Unas horas más tarde, el presidente del Parlamento, David Sassoli, después de una reunión muy tensa con la presidenta del grupo de los socialistas, Iratxe García, que intentó de nuevo frenar el acceso de los políticos independentistas a la Eurocámara, leyó un comunicado en que anunció que había pedido a los servicios jurídicos del Parlamento que evaluaran cuanto antes mejor la aplicación de los efectos de la sentencia.

Esta misma mañana, el TJUE ha anulado el acto del Tribunal General que desestimaba las medidas cautelares provisionales del 1 de julio solicitadas por Puigdemont y Comín y ha devuelto el asunto al tribunal para que lo examine de nuevo.

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En esta situación, los dos eurodiputados no han querido perder ni un minuto sin hacer valer sus derechos. Ayer por la noche se supo que el Parlamento empezaría este mismo viernes los trámites para acreditar a los eurodiputados. A las 11,45h de la mañana, cuando Puigdemont y Comín se han presentado en las puertas de la Cámara, acompañados del vicepresidente del Parlament de Catalunya, Josep Costa, y el conseller Lluís Puig, le estaban esperando una nube de periodistas y representantes del grupo de N-VA, con la eurodiputada Kanko Assota.

El edificio del Parlamento en Bruselas estaba ya en modo vacaciones y con sus dependencias casi vacías. No obstante, les esperaban funcionarios del Parlamento para instruirlos, como se hace con cualquier nuevo miembro de la Cámara, sobre los trámites para asumir las actas. Los dos políticos se han dirigido a la zona de acreditaciones donde han recibido finalmente, su credencial provisional como eurodiputados. Una acreditación de un solo día, hasta conseguir la definitiva una vez el Parlamento reanude la actividad. Pero credencial azul como diputado.

Puigdemont y Comin han exhibido con indisimulada satisfacción sus acreditaciones provisionales. Se han mostrado convencidos de que podrán participar y votar en el pleno del Parlamento previsto para el 13 de enero en Estrasburgo. De nuevo, Estrasburgo. "Yo creo que si mañana hubiera sesión también podríamos votar mañana", ha remachado Puigdemont.

Antes de entrar en el edificio, el president ha insistido en denunciar ante la prensa internacional que el Estado tiene l eurodiputado Oriol Junqueras "secuestrado" y ha asegurado que, ante la euroorden o el suplicatorio del juez Pablo Llarena tienen todos los escenarios contemplados.

Las preguntas en catalán, castellano, francés e inglés iban lloviendo cuando se ha interrogado al president sobre los mecanismos de que dispone el Parlamento para compensar estos meses en que no han podido asumir el acta. Puigdemont ha asegurado que su compensación personal les importa cero, pero ha advertido que sí les preocupa como se compensará a los ciudadanos europeos que estos meses no han podido participar "en el nombramiento de las comisiones, en los hearings de los comisarios, u otras decisiones adoptadas. "Qué mecanismos tiene previsto la UE para compensar no a nosotros sino a los millones de ciudadanos europeos que han estado estos seis meses sin voz y sin poder participar en aquello que tenían derecho gracias a los resultados electorales", ha preguntado.

Después de seis meses, Puigdemont y Comín han conseguido finalmente a las 12 del mediodía entrar en el Parlamento "como eurodiputados". Mientras empezaban a circular por los pasillos, un periodista se les ha acercado con el micrófono y ha preguntado al president: "Cómo se siente en el Parlamento"?. "En casa", ha respondido con una sonrisa de oreja en oreja.

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A la una menos cuarto el recorrido estaba ya completado, incluida una visita al hemiciclo. Los dos políticos y sus acompañados se han dirigido a la cafetería de los diputados del Parlamento. Se han hecho una fotografía bajo el cartel que indica "réservé aux députés. Members Only". Y se han sentado en las butacas al lado de los grandes ventanales abiertos a la ciudad. La cafetería, como el resto del edificio estaba casi vacía y allí Puigdemont ha conversado un rato con la diputada Kanko Assota, como cualquier otro miembro de la Cámara.