Este jueves por la noche sonará el pistoletazo de salida de la campaña electoral en Euskadi. Los vascos están llamados a las urnas el día 21 de abril. El arranque de esta carrera electoral está marcada por el roce entre el PNV y Bildu por la primera posición y por la oportunidad que tiene a Pedro Sánchez de coger impulso para las elecciones catalanas y europeas y darle una vuelta al marcador electoral en su pugna con Alberto Núñez Feijóo. Las elecciones vascas forman parte de un año repleto de elecciones. La mayoría de los ciudadanos españoles habrán votado cuatro veces en solo un año: las municipales, las autonómicas, las generales y las europeas.

 

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Tanto el PNV como Bildu celebrarán el primer acto de campaña en Vitoria. PSE, PP y Podemos han escogido Bilbao para el pistoletazo de salida de la carrera electoral, mientras que Sumar ha escogido Donosti. Con respecto a los partidos de ámbito estatal, sus principales líderes tienen pensado volcarse en las campañas de sus marcas territoriales. Fuentes del PSOE indican que Pedro Sánchez, tanto en las vascas como en las catalanas, hará igual que con las gallegas y en las autonómicas y municipales del 28-M: una alta presencialidad. El presidente del Gobierno, de hecho, estará presente este sábado en un acto que los socialistas de Euskadi celebran en Vitoria. Asimismo, se prevé que Alberto Núñez Feijóo, Yolanda Díaz e Irene Montero hagan acto de presencia en varios actos de sus formaciones.

Bildu, que según todas las encuestas ha conseguido chupar los votos de Podemos, tiene el objetivo de superar por primera vez al PNV en unas elecciones autonómicas. Insisten en que es posible crear un "cambio de ciclo" en el País Vasco, aunque más adelante explicaremos por qué la izquierda abertzale, realmente, lo tiene prácticamente imposible. El PNV, por su parte, cree que en las últimas elecciones han sido castigados por el voto abstencionista, y confían en que la polarización de estos comicios movilice a su electorado. El candidato del PNV en estas elecciones ha reiterado que en Euskadi "está en juego" el modelo de "crecimiento del bienestar y progreso", ante la amenaza, según él, de "la incertidumbre, la intervención y la imposición" de Bildu.

Las características de las elecciones vascas

La situación actual en el País Vasco es la siguiente: el actual lehendakari es Íñigo Urkullu, del PNV. Gobierna en coalición con el PSE, los socialistas vascos. Y seguro que dejará de ser el jefe del ejecutivo vasco en las próximas semanas, porque los jeltzales decidieron apartarlo de la primera línea política y colocar como cabeza de lista para los comicios del 21 de abril a Imanol Pradales. Es quien, a estas alturas, lidera las quinielas para convertirse en el nuevo lehendakari. Aunque Bildu le pisa los talones en las encuestas, sería una sorpresa que el PNV no mantuviera el poder en Euskadi.

Este lunes el CIS publicaba una encuesta que situaba al PNV en la primera posición con una horquilla de 30-31 diputados, seguido de Bildu con 28-29 y el PSE con 10-11. En la cuarta posición colocaba al PP con una horquilla de 5-6; seguido de Sumar (0-2), Podemos (0-1) y Vox (0-1). La mayoría absoluta se sitúa en aquella cámara en los 38 diputados. Pero he ahí la cosa: la investidura de un lehendakari funciona igual que en la elección de un alcalde, y no depende de quién consigue sumar una mayoría, sino de quién consigue más votos.

La alianza PNB-PSE, firme candidata a reeditarse

PNV y PSE estarán destinados a entenderse cuando acaben estas elecciones: actualmente ya gobiernan juntos, y ambas formaciones también están atadas en Madrid, en el Congreso de los Diputados. Interesa a ambas formaciones mantener el matrimonio intacto. ¿Y si Bildu queda primero y el PNV y el PSE no acaban sumando suficiente mayoría? Los jeltzales tampoco tendrían que sufrir. Porque en el País Vasco solo habría un espacio que estaría dispuesto a entregar sus votos a la izquierda abertzale: Sumar y Podemos; que todo indica que sacarán resultados desastrosos.

Incluso el PP escogió, después de las elecciones municipales del pasado mes de mayo, entregar antes sus votos al PSE y al PNV para evitar alcaldías de la izquierda abertzale. Además, hoy día, es todavía inviable que el PNV haga lehendakari a un candidato de Bildu. Este sistema electoral que evita el bloqueo político, pues, supone una enorme dificultad a Bildu para conseguir el poder. "Bildu tiene más que asumido que no gobernará", apunta a este periódico una fuente de la dirección del PSOE.

Caras nuevas

Una de las peculiaridades de estas elecciones es la cantidad de caras nuevas que aparecen en las diferentes candidaturas. PNV, Bildu, PSE y PP tienen candidatos nuevos en estos comicios. Solo repiten Podemos y Vox. Fueron noticia las decisiones de Andoni Ortuzar de relevar a Iñigo Urkullu como candidato de los jeltzales a la lehendakaritza; y de Arnaldo Otegi de no encabezar la lista de Bildu. Ambas formaciones han cedido el liderazgo de las candidaturas a Imanol Pradales y Pello Otxandiano, respectivamente. El popular Carlos Iturgaiz ha sido sustituido por Javier de Andrés; y la socialista Idoia Mendía será relevada por Eneko Andueza.