El PSOE ya receta calma en torno a una fecha de investidura para Pedro Sánchez. Minutos después de que el Congreso de los Diputados haya tumbado definitivamente las aspiraciones de Alberto Núñez Feijóo de convertirse en presidente del Gobierno, los socialistas se niegan a hacer quinielas. "No tiene ninguna lógica ponernos fecha", alertan fuentes de la dirección del PSOE, que apuntan que irán a una investidura de Sánchez "cuando toque" porque "no es una negociación fácil" la de Junts per Catalunya. Estas mismas fuentes apuntan que una vez el líder de los socialistas tenga el encargo de Felipe VI, "la cosa se acelerará".

Así, el equipo que rodea al presidente del Gobierno señala que Pedro Sánchez "acelerará" sus negociaciones con el independentismo porque "queremos que sea cuanto antes mejor, pero cuando se pueda". Recuerdan que el secretario general del PSOE ya ha insistido en otras ocasiones que "las negociaciones tienen que ser discretas y los acuerdos, transparentes". De la misma manera, los socialistas también minimizan la exigencia de la autodeterminación por parte de Junts per Catalunya y Esquerra Republicana, porque el partido de Carles Puigdemont "dice que el referéndum tiene que ser acordado", opinan. Remarcan, también, la necesidad de fijar el "perímetro" de las negociaciones, cosa que deja fuera la posibilidad de preguntar a los catalanes sobre su futuro político.

Este jueves, de hecho, el PSOE y el PSC ya dejaron por escrito que los dos partidos se alejan del referéndum pero mantienen su apuesta por el diálogo. "Reiteramos la voluntad de apostar por el diálogo como única forma de garantizar el progreso y la convivencia en Catalunya, pero este tiene que servir para superar la división y no para profundizar en la ruptura y la discordia que tanta tensión generó de forma estéril" en el conjunto del estado español, afirmaban.

Así se pronunciaban los dos partidos en un comunicado conjunto después de que, este jueves, Esquerra Republicana y Junts per Catalunya pactaran una propuesta de resolución transaccional que, más allá de la amnistía, eleva el precio que tendrá que pagar el presidente del Gobierno si quiere continuar en la Moncloa: un referéndum de autodeterminación. "Por este camino, no hay avance posible", espetan las formaciones de Pedro Sánchez y Salvador Illa.

"El camino es el de la convivencia y la cohesión, el entendimiento y el progreso económico y social de Catalunya y del resto de España, siempre dentro de la Constitución", añadía este comunicado conjunto, que al mismo tiempo reiteraba que en las elecciones generales del 23-J los catalanes, así como "la sociedad española en su conjunto", apostaron por "un gobierno progresista que continúe el camino de diálogo, acuerdos y concordia iniciada hace cuatro años, y no para mirar al peor pasado, sino para seguir construyendo juntos un futuro mejor".