La estrategia del PSOE para las elecciones del 26-J en relación con Podemos no es culpar a la formación en sí misma por los fracaso de la legislatura, sino personificar la responsabilidad en su secretario general, Pablo Iglesias. La táctica podría ayudar a los socialistas a justificar las contradicciones que supone el hecho que ambos se den apoyo en el gobierno de 6 comunidades y 11 capitales, al par que el acuerdo entre ambos no se produjo a escala estatal.
Durante los últimos cuatro meses de negociaciones para la investidura, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, alegó el mandato del comité federal de diciembre, donde se prohibía pactar con los que quieren "romper la unidad de España", como línea roja para sentarse a pactar con los podemitas, si es que no abandonaban dicho veto. Sin embargo, el posicionamiento se ha visto quebrado en los últimos tiempos, ya que los miembros que defienden el derecho a decidir y la pluracionalidad en el ámbito estatal son los mismos con quienes se avienen los socialistas en otras regiones.
Comunidades y municipios
Los ejemplos recientes pasan por el presidente de la Generalitat y líder del Partido Socialista de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, de hacer listas con Compromís y Podemos para el Senado. En ese orden de cosas, se encuentra la entrada del PSC en la alcaldía de Barcelona la semana anterior con el gobierno de Barcelona En Comú, o la aprobación del acuerdo de este martes entre el PSOE madrileño y Ahora Madrid para sacar adelante el proyecto de Madrid Puerta Norte, que llevaba más de 20 años paralizado, debido al freno del Partido Popular.
En medio de este escenario, el argumento de Ferraz fue apuntar directamente hacia Iglesias. Preguntado por El Nacional en la rueda de prensa de Sánchez, después de rechazar el encargo del Rey en la tercera ronda de contactos, sobre estas contradicciones entre regiones, el socialista señaló en la figura de "Pablo Manuel Iglesias" como culpable, que es como lo llaman para diferenciar al líder de Podemos del histórico fundador del PSOE, Pablo Iglesias.
A partir de entonces, fueron la cabeza de lista del PSC por Catalunya, Meritxell Batet, la mano derecha de Sánchez, Antonio Hernando, o el economista del PSOE, Jordi Sevilla, quienes han culpado a Iglesias a lo largo de la precampaña del fracaso de la legislatura. El argumento habría tenido sus fundamentos a lo largo de las negociaciones, debido al carácter más visceral de Iglesias en episodios como la "cal viva", aunque perdió fuerza cuando Ferraz se aproximó a Íñigo Errejón, para pactar, creyéndole "más moderado" y éste rechazó el ofrecimiento.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias / EFE
La estrategia española
La estrategia española del PSOE para el 26-J es otra. La dirección socialista habría dado órdenes que no hubiera ningún acuerdo con Podemos antes de las elecciones. Lo insinuó el secretario de organización del del PSPV, Alfred Boix, quien hacer evidente su indignación después de que le tumbaran la propuesta de lista por el Senado con Podemos y Compromís. "A escala estatal no hay lugar un pacto con Podemos" indicó Boix.
Este punto abría la puerta a cuestionar la doctrina federal del PSOE entre los barones críticos, y también, si es que realmente los socialistas querían un acuerdo con Podemos ya no solamente antes de las elecciones, sino también después de ellas. La sospecha fue levantada por el economista Jordi Sevilla, quien este martes indicó que el PSOE nunca pactarían con con sus rivales a la izquierda.
Los podemitas son conscientes de ese clima, y parece que no dudan en sacarle provecho. Cuando el secretario general socialista negó en los territorios el pacto con Podemos, estos enviaron cartas a varios gobiernos para elaborar listas en el Senado. El hecho profundizó más la pugna en el seno de Ferraz, generando que quedaran en evidencia si se resistían al pacto.
Como reacción a esta última ofensiva, el presidente de Aragón, Javier Lambán, se pronunció en el cónclave donde Sánchez intentó cerrar filas, antes de ser proclamado al mitin de Móstoles como candidato socialista a la presidencia del gobierno. "A mí Echenique no me ha engañado nunca, no me ha hecho trampas" justificó Lambán, quien gobierna con un pacto con el secretario de organización de Podemos, a Pablo Echenique, a la comunidad aragonesa.
A estas palabras se añadió Susana Díaz, quien indicó sobre el líder podemita: "Iglesias entiende la política de forma trilera, él está en el tacticismo y en el regate corto" criticó sobre sus estrategias, volviendo a apuntar al líder como el problema para entenderse.