Michael Madsen, el actor norteamericano famoso por sus interpretaciones como Mr. Blonde en Reservoir Dogs, ha muerto a los 67 años en su casa de Malibú a consecuencia de un infarto, según han confirmado las autoridades policiales. Su carrera, que se ha extendido durante más de cuatro décadas con más de 300 actuaciones en la pantalla grande y la televisión, lo convierte en un referente del cine independiente y de género. Fetiche de Quentin Tarantino en títulos como Kill Bill, The Hateful Eight y Once Upon a Time in Hollywood, también destacó en producciones como Thelma & Louise, Donnie Brasco, Sin City, Free Willy, Die Another Day y The Doors, entre otros.

Madsen inició su trayectoria artística en el Steppenwolf Theatre Company de Chicago y debutó en el cine en 1983 con WarGames. Desde entonces, se consolidó como un habitual de los papeles duros y manchados por la ambigüedad moral, sobresaliendo como actor de reparto pero a menudo eclipsando a los protagonistas. Su estilo intenso y carismático definió el concepto del "tipo duro de Hollywood", con diálogos urbanos y un magnetismo innegable para público y directores.

No solo brilló como actor: en los últimos años se había centrado también en cine independiente y literatura. Estaba inmerso en la preparación de películas como Resurrection Road, Concesions y Cookbook for Southern Housewives, y en la edición de un libro de poemas titulado Tears for My Father: Outlaw Thoughts and Poems. Según sus representantes, era una etapa que esperaba con ilusión, centrándose en proyectos próximos a su corazón.

Madsen también era conocido por su faceta como padre y su sinceridad al hablar sobre la fama. En una entrevista de 2018 reconoció que la notoriedad es una "espada de doble filo": "La gente me ve y piensa: ¡Ostras, allí está aquel tipo! Pero no soy aquel tipo. Solo un actor y padre". Estaba casado desde hacía más de veinte años y era padre de siete hijos, aunque uno de ellos murió en 2022.

En los últimos años, Michael Madsen había estado más presente a los medios por problemas personales que por su carrera. El agosto pasado fue detenido en Los Ángeles después de un incidente de violencia doméstica contra su mujer, DeAnna Madsen, que alertó a la policía denunciando de que el actor la había empujado y la había echado fuera de su casa después de una discusión. Madsen pasó por comisaría y fue liberado después de pagar una fianza de 20.000 dólares. El matrimonio con DeAnna había sido el tercero para el actor.

Su muerte deja un hueco en el cine contemporáneo. Madsen era un pilar de la estética tarantiniana y un actor capaz de brillar en territorio oscuro, creando personajes memorables y realistas. Su legado trascenderá para siempre en la cultura cinematográfica de los años 90 y 2000, con una filmografía icónica y una presencia capaz de imponerse solo con la mirada.