El PSC vuelve a ser catalanista. La formación ha presentado este jueves su manifiesto para la Diada 2022, y lo ha hecho recogiendo y haciéndose suyo un rasgo distintivo que parecía que había quedado olvidada en otro tiempo. Y es que el partido liderado por Salvador Illa asegura que a partir de ahora, y en el curso político que inaugura el Once de Septiembre, la sociedad catalana ha abierto una nueva etapa en la cual, "aunque sea de manera incipiente", se van abriendo paso el reencuentro, la colaboración y el diálogo entre catalanes. Una situación política que, además, "se encomienda" a su representación institucional y a las relaciones entre instituciones y gobiernos". Otra manera de decir que cada vez hay más normalidad a Catalunya a medida que se deja atrás el procés independentista.

Ante esta nueva etapa, el PSC reclama "coger los retos que el país tiene por delante", y lo hace, sorprendentemente, con una reivindicación curiosa: "Los y las socialistas de Catalunya, afirmados en las ideas del socialismo democrático y el catalanismo, nos ofrecemos a esta tarea". Son dos posicionamientos ideológicos que, en su génesis, habían sido el ADN de su carácter, pero que desde hacía años parecía que había olvidado completamente. Todo eso, después de haber dado apoyo a medidas como el 155 o la aplicación del 25% de castellano en las aulas catalanas.

Con todo, el manifiesto de los socialistas también apuesta por "multiplicar los ámbitos en los cuales la mayoría de catalanes y de catalanas se pueden poner de acuerdo", en una alusión a la mesa de partidos que tantas veces ha reivindicado Salvador Illa desde el inicio de la legislatura. "La ciudadanía exige menos crispación y más responsabilidad, una política útil y al servicio del interés," añade el texto, una demanda que los socialistas quieren hacerse suya. "Sabemos que necesitamos movilizar todas las energías del país para hacer frente a los retos que nuestra sociedad afronta, y sabemos que hay que buscar lo que nos une".

Críticas al Govern y alabanzas a Sánchez

Para este nuevo curso político, los socialistas apuestan por un total de diez puntos que afectan a varios campos, como la reactivación económica contra la inflación, la reducción de desigualdades, el fortalecimiento de los servicios públicos y la reindustrialización, entre otros. El octavo punto es el que hace referencia a la política catalana, y pide mejorar "el autogobierno y la autoexigencia, Catalunya adentro, lo cual supone ejercer con eficacia las competencias de que dispone la Generalitat y la profundización en la construcción federal de España y de Europa", en una nueva muestra de un vocabulario que los socialistas utilizaban en otro tiempo.

Los de Salvador Illa también aprovechan para cargar nuevamente contra el ejecutivo catalán de ERC y Junts, que ahora se encuentra inmersa en una nueva rivalidad en relación con la asistencia a la manifestación independentista de la Diada. Los socialistas no quieren poner cucharada a la cuestión, pero sí que han advertido que si "parálisis" de la última década se perpetúa será culpa de "la inacción del Govern de la Generalitat en tantos aspectos de la vida social, económica y política" del país. En cambio, para el presidente español Pedro Sánchez todo son buenas palabras, reivindicando su gestión frente a la pandemia y la actual inflación, habiendo desplegado "un amplio abanico de medidas protectoras y de mitigación".