La ejecutiva de Pedro Sánchez desembarcará este viernes día 14 en Barcelona con un objetivo en el horizonte: aunar fuerzas con el PSC para restar fuerza argumental al referéndum y disuadir a potenciales votantes del . Lo anunció el secretario general durante el 39º congreso del partido, cuando ya proclamado dijo que buscaría desmontar las "falsedades" en torno al derecho a decidir. Pero una vez pasada la reunión con el presidente Mariano Rajoy y a escasos meses del 1 de octubre, Sánchez quiere tomar la iniciativa política y hacer "pedagogía" con la ciudadanía de Catalunya.

"Queremos recuperar el tiempo perdido, intentar que todos los catalanes sean conscientes de que se les está explicando el referéndum como una manifestación de democracia, cuando en realidad poner una urna en un espacio público no equivale a democracia no tiene las garantías", ha dicho la presidenta de la formación, Cristina Narbona, este lunes en Ferraz. A esa idea se suma una réplica a la doctrina que ampara la ley del 1-O presentada la semana anterior por la Generalitat. "El propio Consejo de Transición Nacional reconoció que las resoluciones de Naciones Unidas sobre la autodeterminación no se aplican a Catalunya, sino a minorías étnicas o descolonización", dijo.

Dentro del paquete de iniciativas políticas, Narbona ha revelado que junto al partido de Miquel Iceta se trabajará para ofrecer una respuesta a las 46 demandas que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, hizo llegar a Rajoy cuando fue proclamado por Parlament, hace más de un año. La idea es fomentar "el auténtico diálogo" entre el Gobierno de España y el catalán, y entre las formaciones políticas españolas y los partidos catalanes.

En paralelo, Sánchez seguirá apostando en el Congreso por las "ofertas legislativas" que ya anunció la semana anterior. Se quieren emprender antes del 1-O y estas pasarían por la creación de un espacio político –que podría tomar forma de comisión– donde se debata una reforma de la Constitución. "No sólo para el encaje de Catalunya", ha dicho Narbona, sino también para la introducción del término "nación de naciones", es decir, la plurinacionalidad. Esta es del tipo cultural y sin referéndum, pues sólo reconoce la soberanía a la española y supedita el resto a ser naciones sin Estado.

Lo que no está en ningún caso encima de la mesa del PSOE es la posibilidad de un pacto fiscal para Catalunya. La voluntad de los socialistas es impulsar el federalismo asimétrico y la reforma del sistema de financiación. Narbona se alinea así con la queja de las comunidades de su partido, pero ha subrayado que el espolio fiscal no existe en el caso de la Generalitat.

Estas acciones tendrían que ir orientadas a evitar el referéndum, pero fuentes del entorno del secretario general explican que Sánchez no cree que se pueda parar algún tipo de votación ese día –cosa que lo desmarca de Rajoy, quien cree que sí–. Así y todo, en Ferraz esperan que los alcaldes del PSC actúen de forma "nítida con la legalidad" ante el referéndum, algo que Iceta habría asegurado que sería así, en un encuentro con el dirigente español.