El PSC encara las próximas elecciones municipales 2023, que se celebrarán el 28 de mayo, con mucho optimismo. El partido de Salvador Illa sabe que se encuentra en un momento de fuerza --así lo evidencian las encuestas--, y ve en los inminentes comicios locales la oportunidad para reivindicar su proyecto de futuro y consolidarse como primera fuerza, después de ganar las elecciones del 14-F al Parlament. Ahora hace cuatro años, los socialistas recogieron el 22% de los votos de los municipios, solo un punto y medio por detrás de ERC. En lo que se presenta como un cara-a-cara entre estos dos partidos, superar a los republicanos podría ser el revulsivo clavo para acabar asaltando a la Generalitat, cuandoquiera que lleguen las elecciones catalanas.

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En todo caso, la prioridad ahora son las municipales. Y el PSC cuenta con otro motivo para ir con cierta confianza: el 28 de mayo, los socialistas prevén presentar unas 615 candidaturas por todo Catalunya, hecho que supone un incremento del 18% en comparación con las elecciones de 2019, y también significa revertir la tendencia a la baja que la formación registraba desde el inicio del procés independentista. Una cifra que queda lejos de las aproximadamente 800 listas que presentarán ERC y Junts, pero que en todo caso da motivos para confiar en la victoria. Con estas 615 candidaturas que prevén, el PSC estará presente en el 65% de los municipios catalanes, donde reside casi el 97% de la población. A pesar del incremento, esta cifra todavía queda lejos de las 772 listas en que alcanzaron en 2007, año a partir del cual empezó la bajada.

Para el partido, este incremento de candidaturas tiene una explicación básica: la "normalización" en Catalunya. Así lo ha expresado la viceprimera secretaria de organización y acción electoral del PSC, Lluïsa Moret, en una entrevista en EFE. Si ayer era el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero quien elogiaba el liderazgo de Pedro Sánchez para conseguir que a los comicios municipales se vaya "con paz y sin violencia" a Catalunya, hoy ha sido la dirigente socialista quien ha querido celebrar tranquilidad en el país que se registra desde que el procés independentista se ha puesto en el congelador. Moret ha destacado que este año han conseguido implantación en zonas donde en 2015 y en 2019 "era más difícil tener representación bajo las siglas del PSC". "Es una buena noticia de normalidad en el país que todo el mundo, independientemente de su posición, pueda dar un paso adelante y formar parte de una candidatura con absoluta normalidad, bajo las siglas que quiera," ha añadido.

El objetivo del PSC: las capitales de provincia

Con respecto a los objetivos de estas elecciones, más allá de la mejora de resultados para ser primera fuerza, Moret ha detallado que el PSC quiere recuperar las capitales de provincia. Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona habían sido históricamente feudos de los socialistas, pero a lo largo de los últimos años han ido cediendo terreno. Especialmente dolorosas fueron las pérdidas de Tarragona y Lleida en 2019 ya que, a pesar de ser primera fuerza, ERC supo encontrar los apoyos para conseguir las investiduras. Según la viceprimera secretaria de organización y acción electoral, las encuestas demuestras que los socialistas mejorarán "de forma sustancial en todas partes". "Después ya veremos en qué se traduce todo eso, pero mejoramos sustancialmente con respecto a número de candidaturas y también con respecto a expectativas de resultados electorales", ha apuntado. Sobre cuáles están sus socios preferentes, ha dejado claro que son capaces de pactar "con fuerzas políticas muy diversas" y que llegarán a acuerdos "en función de la realidad y las necesidades" de cada municipio, aunque ha descartado rotundamente Vox. Precisamente esta semana, el PSC firmó un acuerdo para unas elecciones municipales libre de racismo, del cual Vox, PP y Cs quedaron al margen.