Casi dos años después de que Pedro Sánchez aplicara los indultos a los líderes independentistas encarcelados, la decisión todavía provoca alabanzas entre las filas del PSOE. No todos los sectores del partido fueron partidarios --solo hay que recordar la oposición del presidente socialista de Aragón, Javier Lambán, o de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page--, pero los sectores más zurdos celebran la apuesta. Es el caso del expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien este sábado ha reivindicado la medida de gracia a los independentistas. Según el exmandatario, los indultos son todavía un "activo electoral" de cara a los comicios municipales y autonómicos que se tienen que celebrar en España el próximo 28 de mayo. ¿La razón? Porque permitirán ir a las elecciones "con paz y sin violencia" en todos los territorios de España, específicamente "en el País Vasco y en Catalunya".

En un acto de partido en Valencia, y delante de centenares de miembros de la directiva socialista y de alcaldes y alcaldables, Zapatero ha pedido al PSOE agradecer la política del gobierno de Pedro Sánchez a Catalunya. Es gracias a su liderazgo, precisamente, que toda España se encuentra en un momento de "estabilidad y tranquilidad". Además, ha alabado la "visión de futuro" del presidente español para aplicar los indultos frente al auge del independentismo en Catalunya y el reto del procés.

No todo el mundo lo ve igual

Vale a decir, sin embargo, que el experimento de los indultos no ha estado siempre bien recibido por los socialistas. En el 2021, y en pleno debate por la medida de gracia, algunos de los varones socialistas se mostraban incómodos con la apuesta, si bien acabaron aguantando la compostura --como mínimo en público-- para evitar criticar más allá de lo que tocaba. Lambán reconoció estar inquieto, pero evitó culpar a Pedro Sánchez. "A mí el presidente Sánchez no me intranquiliza en absoluto, quién sí que lo hacen son ERC y los independentistas", dijo, echando pelotas fuera. También García-Page se pronunció con dureza, manifestando que al día siguiente le haría "daño todo el cuerpo". Por eso deseó que la medida de gracia apartara al independentismo de la unilateralidad, lamentando que "cada vez que se les levanta una barrera es para avanzar unos metros más en el camino imposible". el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, tuvo que comerse sus palabras, después de que anteriormente hubiera criticado la medida de gracia, para acabar admitiendo que la concesión de los indultos "apesta a chamusquina", y dudó de que tuviera consecuencias positivas: "No es lo que mejor le viene al PSOE ni a sus intereses electorales", afirmó. Ahora, Zapatero defiende todo el contrario.