La viceprimera secretaria del PSC, Eva Granados, ha pedido al Govern que sea "coherente" con los actos que autoriza y las quejas que formula después, en relación con la misa que se celebró el sábado en la Sagrada Familia. La dirigente socialista cree que son imágenes que no se tendrían que haber producido, pero no entiende la desaprobación cuando "había miembros del Govern" participando.

El vicepresident del Govern con funciones de president, Pere Aragonès, dijo el domingo que el acto de beatificación de Joan Roig Diggle no tenía la autorización expresa del Procicat porque este órgano no autoriza ningún acto sino que da directrices genéricas, en este caso la reducción del aforo al 30%. Con todo, la dirigente socialista ha criticado las "reacciones" del Govern.

Granados comprende el "agravio" que sienten, por ejemplo, desde el mundo de la cultura al ver las imágenes de la basílica con centenares de personas reunidas. Y ha considerado que el ejecutivo tendría que estar en una conversación "permanente" con el sector, a la vez que tendría que ser "muy cuidadoso con las reglas sanitarias para garantizar la no propagación del virus".

La viceprimera secretaria de los socialistas catalanes también ha criticado la protesta contra el cierre de la restauración con un lanzamiento con pintura -o sangre- en la fachada del Palau de la Generalitat, en la plaza Sant Jaume. Ha defendido la protección de los bienes públicos y el patrimonio de todos, y ha subrayado que "de ataques a sede catalogadas ha habido muchas y ha habido menos quejas que en este caso, en referencia a ataques contra la fachada de la sede de la agrupación del PSC de Lleida, también catalogada.