La portavoz de PSC-Units en el Parlament, Alícia Romero, ha considerado que Junts per Catalunya, a pesar de sus "batallitas" con ERC, no dejará el Govern, porque no quiere perder "cuotas de poder". Así lo ha afirmado en declaraciones en la agencia Efe, después de que la semana pasada el presidente catalán, Pere Aragonès, llamara al independentismo a aparcar sus "diferencias", enfrente de los sectores de JxCat que defienden salir del Govern, en desacuerdo con la mesa de diálogo y la suspensión de Laura Borràs en el Parlament.

"No creo que mayoritariamente Junts piense que romper gobierno sea positivo para su formación, aunque se porten mal con sus socios de coalición," ha argumentado la portavoz. Según Romero, "a pesar de sus debilidades, sus discrepancias y su falta de entendimiento, seguirán en el Govern, porque a los dos les interesa mantener sus cuotas de poder". Además, ha denunciado que las "batallitas" entre ERC y Junts "hacen perder oportunidades importantes para el país" y ha citado el ejemplo del frustrado proyecto de ampliación del Aeropuerto de Barcelona-el Prat.

La opción de un futuro tripartito

Los acuerdos conseguidos por socialistas, comunes y republicanos en la mesa de diálogo, según Romero, no prefiguran una futura alianza de los tres espacios políticos que formaron gobiernos tripartitos entre 2003 y 2010. Romero ha recordado que antes de las elecciones catalanas del 2021 los partidos independentistas firmaron "un cordón sanitario al PSC", que "está rompiendo", pero "todavía es precipitado hacer la lectura de un futuro tripartito". "No se puede decir que estemos caminando hacia un tripartito. Tenemos muchas diferencias con ERC, tenemos bastante desconfianza con el Govern y con el president Aragonès. Queremos un apoyo todavía más mayoritario para poder gobernar solos", ha recalcado Romero, después de que el último Barómetro del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat haya pronosticado una victoria del PSC a Catalunya.

La mesa de diálogo

En referencia a la mesa de diálogo, ha destacado los "dos acuerdos importantes" conseguidos a finales de julio, sobre desjudicialización y protección de la lengua catalana. Para Romero, es "muy relevante" que, en estos acuerdos firmados por los consellers de ERC en la mesa de diálogo, la Generalitat "se comprometa a cumplir la ley y a moverse dentro del Estado democrático y de derecho". "Si no se hubieran saltado algunas leyes, quizás no se habrían iniciado algunos procesos judiciales", ha dicho Romero, que ha defendido reformar el delito de sedición, para "actualizarlo y modernizarlo en concordancia con "los países del entorno". Según Romero, "los partidos independentistas tendrían que ser claros a la hora de decir si quieren modificar el delito de sedición", porque la reforma tendría que ir al Congreso de los Diputados".