España está destinada a nuevas elecciones. Este es el pronóstico que corre entre las filas de Catalunya Sí que es Pot y PSC por los pasillos del Parlament, cuando el Rey ha convocado este martes la que será la última ronda de conversaciones con los líderes de los grupos parlamentarios españoles para intentar encontrar a un candidato para la investidura.

La confianza en que se pueda encontrar una solución, a pesar de las conversaciones que aseguran que seguirán manteniendo al líder de En Comú Podem, Xavier Domènech, y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, es poca. La portavoz de los socialistas en el Parlament, Eva Granados, ha hecho el enésimo llamamiento a sumar para “un gobierno del cambio”, insistiendo en que la alternativa “que es la gran coalición” “la descartaron desde el primer minuto”.

Así, la perspectiva catalana no dista, en público, de la de Madrid, donde se han roto ya las negociaciones, que sólo han durado una reunión, entre PSOE, Ciutadans y Podemos. “El proceso de investidura del Govern catalán pone de manifiesto que hasta el último minuto todo es posible, pero parece bastante improbable”, ha dicho el diputado de CSQP, Joan Coscubiela.

La razón Ciudadanos

La reunión que se produjo la semana pasada entre PSOE, Ciutadans y Podemos, más que acercar posiciones, ha tensado la cuerda. Se evidenció el día anterior en el choque entre Pablo Iglesias y Albert Rivera, pero también en las últimas misivas cruzadas de los podemitas y socialistas, donde los primeros manifiestan las diferencias ideológicas y los segundos, todo lo contrario (apuntando que el referéndum es el obstáculo).

Este discurso se traslada a Catalunya. “Es bastante evidente que es imposible poner dentro de un mismo cesto las políticas económicas y laborales de Podemos con Ciudadanos. No casa por ningún sitio”, ha reivindicado Coscubiela. Por su parte, Granados ha emplazado a Podemos a que “decidan qué quieren hacer con los 5 millones de apoyos que tuvieron”.