Durante la segunda mitad de la campaña electoral, el PSC fue la diana de las críticas de los partidos independentistas, que desconfiaban de su candidato y lo acusaban de estar dispuesto a aceptar los votos de Vox para llegar a la presidencia de la Generalitat. Los números, una vez pasados por las urnas, no le salen a Salvador Illa ni contando con la extrema derecha. Y sin embargo, tiene la intención de presentarse a la investidura. Los socialistas han movido ficha este miércoles enviando al resto de fuerzas políticas una propuesta de cordón sanitario que incorpora una salvedad: "siempre que sea posible".

 

El documento plantea una estrategia compartida para "cerrar el paso a la extrema derecha a las posiciones institucionales del Parlament". Se fija en múltiples escenarios, ahora bien, no dice nada sobre una votación de investidura. De hecho, la única forma que tendría Illa de no aceptar el apoyo de Vox sería no presentarse a la investidura. 

Así, por ejemplo, la iniciativa expone la necesidad de que el resto de grupos parlamentarios coordinen el voto para evitar que un diputado de Vox, que es la cuarta fuerza política del Parlament, pueda entrar en la Mesa o a la presidencia de otros espacios como pueden ser las comisiones parlamentarias.

En paralelo, propone a ERC, Junts, CUP, comunes, Cs y el PP que, si suscriben este pacto, se comprometan a no firmar ninguna iniciativa parlamentaria con Vox. Eso incluye iniciativas legislativas, propuestas de resolución, enmiendas, mociones de censura u otras solicitudes o declaraciones institucionales que puedan surgir. Al mismo tiempo, el PSC pide que cuando sea la extrema derecha quien lleve un debate al Parlament, el resto de grupos puedan intervenir para fijar su posición, pero siempre evitando alusiones directas que puedan ampliar el tiempo de intervención de los diputados de Vox.

Una mujer presidenta del Parlament

Los socialistas han hecho público este documento una vez finalizada la segunda reunión con los comunes para sondear los apoyos para la investidura y la formación de gobierno. Durante el encuentro, han insistido en que la presidencia del Parlament la tiene que ocupar una mujer de izquierdas. Una apuesta que contraponen a las alternativas independentistas que apuntan a que la presidencia pase a manos de Junts o de la CUP.

Al margen del PSC, los comunes mantienen línea abierta de negociación con ERC y la CUP. Los de Jèssica Albiach ya han advertido a Salvador Illa que no cuente con ellos para una investidura fake que no tenga garantizados los apoyos para salir adelante.