El 20 de enero del año pasado se solemnizaba el acuerdo de presupuestos de la Generalitat con En Comú Podem. Un pacto que ató a dos fuerzas a priori antagónicas como son los comunes y Junts per Catalunya y que ERC pone como el ejemplo de que es posible sentarles compartiendo gobierno en el Palau de la Generalitat. Los republicanos se reunirán este lunes por la tarde con el partido que capitanea Jéssica Albiach, que ya ha echado agua al vino: "Somos incompatibles con un gobierno de Junts".

Pasada una semana de las elecciones, los de Oriol Junqueras insisten en una fórmula de gobierno —con Junts, comunes y la CUP— que cada día que pasa tiene menos posibilidades. Lo han bautizado como el "gobierno del 3-O". Después de haberse visto ya con la CUP y Junts, el comité negociador de ERC se verá esta tarde con los comunes. Y la apuesta de este espacio es clara: para empezar hay que descartar de la baraja la carta Borràs-Puigdemont. El portavoz de los comunes, Joan Mena, ha explicado que, visto el resultado del 14-F, hay que trabajar por un "compromiso programático de las fuerzas de izquierdas" y eso es "incompatible", dicen, con Junts, que "ya demostrado que sus políticas son de todo menos de izquierdas". Por lo tanto, cuando se sienten hoy con ERC, lo primero que les pedirán es que se olviden de la pareja con quien han compartido la pasada legislatura y empiecen una nueva etapa.

La preferencia d'En Comú Podem pasa por unir a ERC y los socialistas. Ahora bien, no cierran la puerta a sumar con la CUP. "Las cuatro fuerzas de izquierdas no tendríamos que ser incompatibles", ha apuntado Mena. En todo caso, señalan que las dos condiciones esenciales para cerrar un acuerdo son una salida social a la crisis derivada de la pandemia y el compromiso con la vía del diálogo como única alternativa a la solución del conflicto entre Catalunya y el Estado. Es este último capítulo, explican, lo que los aleja de la CUP, a quien ven en este punto más alineada con el "frontismo" de Junts.

Más allá de la reunión con ERC, los comunes han mantenido contactos con el PSC, pero también con los anticapitalistas. A medida que avanzan los contactos, crecen los partidarios de una alianza ERC-comuns-CUP. Sería, sin embargo, un gobierno en minoría, que necesitaría de la participación desde fuera de Junts o el PSC.

 

Aviso al PSC

Desde la noche del domingo que Salvador Illa mantiene que no piensa renunciar a presentarse a la investidura, aunque ahora mismo sólo tiene garantizado el apoyo de los 33 diputados del PSC. Le faltan más de la mitad. El exministro da por hecho que, llegado el momento, contará también con los 8 de En Comú Podem, pero eso no está tan claro.

Los comunes insisten en que después de una legislatura con demasiadas turbulencias hay que "ser serios" y evitar "hacer el show", porque la ciudadanía está harta. En este sentido, advierten a los socialistas de que si su candidato no consigue la acumulación de fuerzas suficientes, sería recomendable evitar una investidura fake.

En la imagen principal, la fotografía del acuerdo de presupuestos de 2020