La prensa antigubernamental de Madrid marca el nuevo campo de batalla en las portadas de este martes: los presupuestos generales del Estado. El relato que fabrican es simple: las cuentas que se han presentado (pdf) en Bruselas son de mentirijllas y/o para quedar bien: el aumento de 5.500 millones en el gasto no se puede financiar con las medidas que propone el gobierno español, que calcula un ingreso de 7.400 millones (de los cuales 5.678 en impuestos) que es imaginario, perjudicial, torpe. La diferencia iría a financiar el déficit, que caería a un 1,8% del PIB, etcétera.

Así, El Mundo habla de "presupuestos virtuales"; ABC los califica de "milagro" y como "poco creíbles" los sentencia La Razón. Tampoco lo ve claro El País, pero con afán de cobijar al gobierno que le cae bien (cómo han cambiado las cosas), se lo toma por el lado mejor y dice que los ingresos "dejan dudas".

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ABC

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El motivo de esas dudas lo explica el corresponsal en Bruselas de Expansión, hombre riguroso en asuntos de cifras, en un tuit divulgativo al alcance de cualquier ciudadano (vale la pena seguir el hilo, que no es largo):

Informar o impugnar

Viendo las cifras presupuestarias, las previsiones de crecimiento a la baja y el rigor de la UE con la cosa, es lógico preguntarse si hay que utilizar expresiones como "hachazo fiscal" (copyright La Razón, también El Mundo la ha adoptado), o "impuestazo" (como lo llama ABC). Da la impresión que no es necesario, que no son muy informativas y viene cargadas de malevolencia más de ganas de explicar qué quiere hacer Sánchez con "el dinero de todos", como dicen en las teles.

Los acepte Bruselas o no, donde se aprueban de verdad los presupuestos es en el Congreso. Sánchez todavía no tiene todos los votos: faltan los partidos independentistas. Está tan animado el Trío Antigubernamental en impugnar las cifras, incluso antes de dejárnoslas leer, que se olvidan de este detalle, o no le dan importancia. El País sí lo recoge, en una columnita bajo el titular de los presupuestos, donde se toma por lado que más favor le hace unas declaraciones del portavoz del PDeCAT donde dice una cosa y su contraria casi en la misma frase, en abierta rebelión (en sentido metafórico eh) contra el principio de no contradicción.

De los Jordis en prisión –ya hace un año– no se dice ni mu. Da la impresión de que para los periodistas españoles, es "normal" y no se hable más. O quizás es que en este caso tienen cola de paja –y tampoco se hable más, claro.

Ilustración: Los cambistas (escuela de Marinus van Reymerswaele, hacia 1548)