El president de la Generalitat, Quim Torra, ha recibido también el apoyo de los presos políticos justo después de que se hiciera pública su inhabilitación. El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha calificado la situación actual de "Estado de excepcionalidad permanente". "Inhabilitar al president por una pancarta es la excusa para manipular de nuevo la voluntad democrática del pueblo de Catalunya. Abrazo fraternal, President," ha añadido.

Más breve ha sido la valoración del exconseller de Territori Josep Rull, que ha calificado la inhabilitación con una sola palabra: "Ignominia".

El exconseller de Asuntos Exteriores Raül Romeva ha comentado que ya sea por encarcelados, exiliados o inhabilidades, "el resultado es siempre el mismo: romper el resultado de las urnas catalanas". "Todo el apoyo, president Torra, ante esta democracia condenada", ha añadido.

El exvicepresident del Govern y presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha calificado el cese de Torra de "nuevo ataque judicial". "Nuevo ataque judicial del Supremo y el Estado español contra la democracia y las instituciones catalanas. La represión contra el independentismo no tiene traba. Amnistía, autodeterminación y República catalana", ha reivindicado.

La exconsellera de Treball Dolors Bassa ha acusado al Estado de no impartir justicia ni respetar la democracia. "Sólo responden en clave de venganza. Un nuevo ejemplo de la judicialización de la política y la politización de la justicia. A tu lado MHP Torra", ha dicho.

El exconseller de Interior Joaquim Forn ha aclarado que la condena del president Torra "también es la nuestra". "Siempre a tu lado y todo el apoyo, president", ha escrito.

El exconseller de Presidència Jordi Turull ha jugado con las palabras y ha calificado la sentencia de "suprema vergüenza".

La expresidenta del Parlament Carme Forcadell también ha mostrado su apoyo al president con este tuit.

Por último, el expresidente de la Assemblea y actual secretario general de Junts, Jordi Sànchez, también ha tildado la inhabilitación de "vergüenza suprema". Cualquier demócrata español tiene que sentir vergüenza que se inhabilite un presidente por una pancarta. Una Democracia que supedita la libertad de expresión a la obediencia debida no es una democracia", ha acusado.