Violencia y terror por parte de los CDR, acoso a Xavier García Albiol, agresión a un militar, discriminación del castellano... La prensa española se dedica hoy a hacer un batiburrillo de diferentes hechos para justificar que el constitucionalismo y, por ende, la ley, está siendo agredida en Catalunya sin límite, mientras denuncia que esto cada día va a más.

Sin tener en cuenta las agresiones que se producen en contra de los independentistas como, por ejemplo, la brutal paliza ultra a vecinos de Artés que colgaban lazos amarillos o el ataque a un restaurante sirio por pedir la libertad de los presos políticos —entre muchas otras situaciones—, y poniendo como casos de violencia soberanista el color amarillo en la final de la Copa del Rey o las pitadas al himno español, los diarios de Madrid vuelven a la carga contra el independentismo y critican la floja aplicación del artículo 155 de la Constitución española por parte del gobierno liderado por Mariano Rajoy.

Todo eso, vuelve a convertir las editoriales de los principales rotativos españoles en un nuevo capítulo de . Justamente por eso, y para no perder costumbres y tradiciones, algunos vuelven a comparar a los CDR con la kale borroka por "sembrar el terror entre los que no piensan como ellos".

Acoso organizado

Lamentándose de que "no pasa un día sin nuevas noticias del acoso organizado al constitucionalismo en Catalunya", El Mundo se lamenta de que "la historia prueba que cuando el Estado democrático se ausenta de un territorio, el hueco lo ocupan sus enemigos".

En su editorial, que lleva por título "Del victimismo al acoso civil", el diario citado mezcla distintos hechos en un solo escrito para justificar, así, que el catalanismo ataca a España ya sea con una supuesta violencia que dan por hecha o criticando la "discriminación lingüística" que consideran que se vive en Catalunya en relación al castellano.

Precisamente por esto, y con este desgastado argumento bajo el brazo, El Mundo carga también contra el gobierno de Rajoy por su suave aplicación de la norma suprema y critican que lo que han hecho los del PP es "un ejercicio de cobardía que desampara a los ciudadanos, obligados a pelear por su cuenta", mientras sustentan, al mismo tiempo, que "no parece que el 155 aplicado por el Gobierno de su partido esté sirviendo para restaurar el orden constitucional en Catalunya".

Y no solo esto. Para terminar de razonar su relato, vuelven a insistir en la idea de que llevar camisetas y otros objetos amarillos "para contaminar de ideología excluyente un acto deportivo" y cargan contra el PSOE por haberse "apresurado a aceptar la petición de comparecencia del ministro Zoido formulada por los independentistas, que logran así cambiar el foco de la indignación" porque, según su punto de vista, vestir de ese color en una final como la del sábado "puede resultar provocador para el Sevilla".

Para acabar, y dando un giro a los acontecimientos, no se olvidan de barrer para casa soltando que "claro que la libertad de expresión es innegociable. Por eso mismo reclamamos su protección allí donde más amenazada se encuentra: en Catalunya".

La seriedad del acusador

El País, en esta misma línea, habla hoy de "coacciones en las escuelas, escraches en las calles y agresiones a las sedes de los partidos rivales" y advierte de que quien niega estos actos "los comparte" sin tener presente que, quizá, se llega a negar incluso que el 1-O hubiera violencia policial.

Después de dar por hecho que nueve profesores catalanes humillaron en Sant Andreu de la Barca a los hijos de guardias civiles, y de atribuirles un delito de odio castigado por el Código Penal, el diario citado sostiene en su editorial bautizada como "Odio político a chavales" que "los docentes acosaron a los chavales" y no solo por "intentar avergonzarles increpándoles sobre si estaban satisfechos de la actuación de sus progenitores", sino también "conminándoles a bajar al patio y dar gritos en defensa de la república".

Además, también destacan lo que ellos consideran como una "agresión" al líder del PP catalán, Xavier García Albiol, el día de Sant Jordi en Badalona por ser abucheado al grito de "Libertad presos políticos", para emplazar a la judicatura a sentenciar sobre este asunto y, aunque aún no lo haya hecho la justicia, el diario citado ya da por hecho que "este caso apunta a convertirse en muy relevante por la seriedad del acusador, la profusión de testigos y la cantidad de detalles acumulados".

 

Con todo esto, el diario mencionado se pregunta ahora que "qué duda cabe de que el clima de tensión generado por los dirigentes del procés ha creado un caldo de cultivo para el enfrentamiento, el odio y el delito".

'Kale borroka' importada

Mientras, El Español destaca que por Sant Jordi un grupo de unos cien CDR o "energúmenos", como les llaman ellos, rodearon un coche en Figueres en el que viajaba un padre con su hija y denuncian que incluso le rompieron la luna delantera por llevar una bandera española colgando del retrovisor.

Lo peor para los de Pedro J.Ramírez es que llevaban una nariz de payaso —como hizo en su día el concejal de ERC de Sant Joan de Vilatorrada— y que, además, le iban gritando "Fuera fachas, a vuestro país", mientras se manifestaban por la libertad de los presos políticos.

Eso sí. El digital mencionado acaba aplaudiendo que los CDR no supieran quién era el hombre que viajaba en ese vehículo porque, según apuntan, "se trataba de un militar español destinado a muy pocos kilómetros" que, si llegan a saberlo, "estaríamos hablando de otra historia".

Justamente por todo esto, sostienen que "la violencia independentista –como si de una kale borroka importada se tratara– se está apoderando poco a pocos de las calles y carreteras catalanas sin que los Mossos d’Esquadra parezcan poner el empeño suficiente para acabar con ella", al mismo tiempo que acusan a los "cachorros indepes" de "seguir sembrando el terror entre los que no piensan como ellos".