La comisión sobre el artículo 155 ha acabado con un acuerdo entre Partido Popular y PSOE para una aplicación gradual de las medidas de intervención de la autonomía de Catalunya, que podría dejar fuera a los medios de comunicación de la Corporación Catalana. Sin embargo, los dos grandes partidos continuarán la negociación sobre la forma de impedir su entrada en vigor. Mariano Rajoy no se conforma ahora con una convocatoria de elecciones por parte del presidente Carles Puigdemont –como sostiene al PSOE– y piden una renuncia expresa a la independencia, como explicaba El Nacional.

En el primer caso, fuentes del Gobierno recuerdan que la gradualidad de la medida ya estaba contemplada en el acuerdo del Consejo de Ministros del pasado 21 de octubre, que en un primer lugar prevé la destitución de todo el Govern y la posibilidad de revisarla según las necesidades del momento –eso pasaría incluso por la atribución de destituir a otros miembros de la administración, si se oponen a acatar las órdenes del nuevo mando provisional. Aquí se había llegado a especular con el cese del jefe de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero.

"El Gobierno, atendiendo a la evolución de los acontecimientos y de la gravedad de la situación, llevará a cabo una utilización proporcionada y responsable de las medidas aprobadas por el Senado, modulando su aplicación si se produjeran cambios en la situación u otras circunstancias que así lo aconsejen", dice el texto aprobado por 22 votos a favor y cinco en contra de los 27 represantes de PP, PSOE, Unidos Podemos, PNV, ERC y PDeCAT.

En segundo lugar, los socialistas rechazaban que se intervinieran los medios públicos, de modo que pedían al PP dejar fuera a TV3, Catalunya Radio y Agencia Catalana de Noticias (ACN). Además, quieren que el control de estos corresponda al Parlament y que no queden en manos del Ejecutivo, algo que fuentes populares acogen esperanzados de dar su aprobación.

En última instancia, la negociación se mantiene ajustada cuanto a la vía a que se podría acoger el presidente catalán para suspender la entrada en vigor del 155. Rajoy mantiene que no es suficiente con una convocatoria de elecciones, de modo que esta propuesta de modificación al texto gubernamental no se ha aceptado y se votará en el pleno de este viernes. La cuestión es que el equipo de Pedro Sánchez había apostado por esta medida de "reversibilidad" según Gil, para darle "una salida a la Generalitat".

Ante ese escenario, el PP mantiene que Puigdemont debe renunciar al proceso soberanista y restablecer la legalidad constitucional previa a los días 6 y 7 de septiembre si quiere paralizar la intervención. "El 155 irrumpe por la ilegalidad y acaba en elecciones, pero no es sólo para las elecciones" insistía una fuente del ejecutivo en los pasillos de la cámara alta, después de que el portavoz socialista Ander Gil propusiera a la comisión esta enmienda.

A la sazón, el plazo para aprobar enmiendas se alargará hasta el fin del pleno, según informan fuentes del Senado. El PSOE podría aprovecharlo para incluir otra petición que prevé que una vez se haya votado el texto definitivo, se dé el margen a Puigdemont de convocar los comicios en las escasas horas que quedarían hasta que se publicara el 155 en el BOE. "Todo es susceptible de volver todavía a su curso. Hace falta un punto de encuentro, un hilo de esperanza para una solución diferente" insistía el senador. 

Todo ello pasaba después de que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría sentenciara que el ejecutivo catalán "nunca tuvo voluntad de dialogar", algo que se habría visto con la ausencia de Puigdemont en la cámara alta –aunque no se ha permitido intervenir al Delegado del Govern Ferran Mascarell– de modo que la Moncloa procedería en dicho caso a devolver el independentismo al "punto de partida".