Este final de año y 2026 llegarán cargados de elecciones autonómicas anticipadas, tras la cascada de gobiernos del PP que han caído por su ruptura con Vox y la imposibilidad de sacar presupuestos adelante. Las primeras serán en Extremadura, el 21 de diciembre; unos comicios en los que María Guardiola (PP), que ya mostró reticencias a pactar con Vox en 2023, tratará de reeditar la presidencia autonómica sin depender de la extrema derecha. Después, en febrero, los comicios aragoneses, anunciados este viernes tras unas negociaciones fallidas entre el gobierno de Jorge Azcón y los de Santiago Abascal. En marzo, Alfonso Fernández Mañueco se medirá ante el socialista Carlos Martínez en las elecciones de Castilla y León. Finalmente, Andalucía irá a las urnas en primavera o junio y el presidente Juanma Moreno Bonilla aspira a vencer a la vicepresidenta el Gobierno María Jesús Montero conseguir de nuevo una mayoría absoluta que le permita gobernar con tranquilidad como en la pasada legislatura.
María Guardiola dependería de Vox de nuevo
Por el momento, las encuestas muestran que el PP de María Guardiola seguiría dependiendo de Vox para gobernar Extremadura. Un sondeo de 40dB publicado este lunes por El País esboza una clara victoria popular con 30 escaños y un 41,1% del voto —un ligero crecimiento frente a los 28 y 38,78% que obtuvo en 2023—. Se quedaría, por lo tanto, a tres escaños de la mayoría absoluta. El PSOE de Miguel Ángel Gallardo, encausado por el caso del hermano de Pedro Sánchez, obtendría 21 escaños y un 31,2% del voto, lo que supone una caída con respecto a los 28 escaños y el 39,9% del voto que obtuvo el fallecido expresidente extremeño Guillermo Fernández Vara en 2023. En tercer lugar quedaría Vox, liderado por Óscar Fernández en la comunidad: obtendría 9 escaños y un 14,1% del voto, por lo que crecería en cinco escaños con respecto a los que tenía en la actual legislatura. Finalmente, la Unidas por Extremadura de Irene de Miguel, que obtendría 5 escaños y un 8,3% del voto —un escaño más que los que obtuvo en 2023 con el 6% del voto—. Con este escenario, en el que las izquierdas no suman, las únicas alternativas para formar gobierno serían un nuevo pacto entre PP y Vox o una gran coalición o entente de algún tipo entre los dos grandes partidos. En cuanto a los candidatos a la presidencia de la comunidad, la preferida es María Guardiola (PP), a quien el 33,6% de los encuestados prefiere como presidenta, muy por encima de Gallardo (16,6%), Fernández (13,8%) y De Miguel (12,2%).
Peligra la mayoría absoluta de Juanma Moreno
Por otro lado, la Fundación Centro de Estudios Andaluces —el CIS andaluz— ha lanzado este lunes su barómetro de noviembre. A falta de medio año para los comicios, el PP del presidente Juanma Moreno conseguiría entre 53 y 55 diputados con el 40,2% de los votos, lo que deja en el aire que pueda reeditar un gobierno cómodo con mayoría absoluta (55). Este resultado supondría una caída con respecto a los 58 escaños y el 43,11% del voto que obtuvo en 2022. El PSOE-A de la vicepresidenta del Gobierno María Jesús Montero obtendría entre 25 y 28 escaños y un 21,4% de los votos —una caída con respecto a los 30 escaños y 24,1% del voto que obtuvo Juan Espadas hace tres años—. Vox, con Manuel Gavira, se situaría como la tercera fuerza, con entre 19 y 22 escaños y el 17,5% de los sufragios, lo que supone un claro auge ante los 14 escaños y 13,47% del voto de 2022. Vox es la formación que experimenta mayor subida en los últimos barómetros. El cuarto lugar lo ocuparía Por Andalucía/Sumar que, con el 7,5 % de los votos, lograría entre cinco y seis representantes en el Parlamento Andaluz, mientras que el quinto sería para Adelante Andalucía —el partido andalucista de Teresa Rodríguez—, que alcanzaría el 6,1 % de los apoyos, que le podrían suponer entre dos y tres escaños.
La encuesta, realizada en plena crisis de los cribados del cáncer de mama, refleja que en Andalucía, la mayor preocupación es la sanidad (22,3 %), seguida del paro (15,4 %) y del acceso y el precio de la vivienda (12,2 %), mientras que a nivel particular, preocupan, además, los precios elevados, la inflación y la pérdida de poder adquisitivo (13,1 %). El 84 % de los andaluces considera la sanidad preventiva el principal capítulo al que los andaluces destinarían más inversión, por delante del acceso a la vivienda (79 %), la calidad de vida para los mayores (74,7 %) y la formación para el empleo (70 %).