A medida que los comicios del 21-D se acercan y el escenario de pactos centra el objetivo de los partidos, dos opciones toman fuerza para desatascar un previsible tablero fragmentado: el Govern independentista o la "vía Iceta", según anunció el primer secretario del PSC en una entrevista a El Nacional –después de oponerse al tripartito de izquierdas con ERC y los Comunes. El hecho es que fuentes de la dirección del Partido Popular y de la Moncloa se decían partidarias este lunes de dar su voto al PSC con el fin de impedir un ejecutivo independentista o evitar la repetición electoral.

Las fuentes consultadas señalan que, aunque la candidata de Ciutadans, Inés Arrimadas, consiguiera ganar las elecciones, no tendría posibilidades de ser investida por la negativa de los socialistas catalanes primero, y de Catalunya en Comú, en segundo lugar. En consecuencia, en la dirección del PP no descartan "facilitar" que el PSC gobierne, incluso, si eso va acompañado en paralelo de una abstención de la formación de Xavier Domènech. Un caso parecido donde los populares cedieron ante los socialistas se produjo ya en el 2007 con la investidura del exlehendakari de Patxi López.

En opinión del PP, Cs se vería forzado a ceder a largo plazo, ante las presiones para impedir que se reeditara un nuevo ejecutivo independentista. "Ni en pintura gobernará" decía un cargo del PPC sobre Arrimadas hace unas semanas, en el seno de la batalla electoral a la derecha del tablero español. La cuestión es que la formación naranja ha hecho una apuesta fuerte para presentarse como la candidatura del voto útil y presidenciable ante el electorado, aunque en entornos privados ciertos diputados en el Congreso reconocen que es improbable que gobiernen.

Así las cosas, la tesis de los populares tambalea por el lado de los comunes. Domènech extendió la mano a Iceta para gobernar con un posible tripartito de izquierdas. El primer secretario socialista, sin embargo, se negó por la presencia de ERC en la coalición. Así las cosas, en Génova creen que con el abandono de la DUI y el giro de los republicanos para volver a la negociación bilateral con el Estado la posibilidad no queda descartada. Ahora bien, no explican qué incentivos tendría Pablo Iglesias para ver al partido morado votando al mismo candidato que el PP y Cs.

El hecho es que el Gobierno prefería que no hubiera nuevos comicios, a causa de los coste social de prolongar la aplicación del artículo 155, que además impide aprobar nuevas leyes porque el ejecutivo catalán está en funciones. Ahora bien, los populares nunca han descartado que el bloqueo desemboque en ese escenario, pues lo dijo un alto cargo del partido en una visita en Madrid, como explicó este diario hace unas semanas. Frente a eso, en el PP extremarán la ofensiva los últimos días de la campaña para reivindicarse como el "voto útil" del unionismo, en oposición a PSC y Cs.