La ciudad de València acoge entre martes y miércoles el congreso del Partido Popular Europeo. Llegaba con la sombra sobre el futuro de Carlos Mazón por su gestión de la DANA sobrevolando la cumbre, pero ha quedado en un segundo plano informativo después del apagón generalizado que se extendió el lunes por Catalunya y por todo el Estado. Y, a pesar de que la situación no se ha recuperado por completo y que las consecuencias todavía son visibles, el PPE ha optado por mantener la cita. Fuentes del PPE consultadas por ElNacional.cat señalan que algunos de los asistentes al cónclave habían pedido retrasarlo unas horas para facilitar los desplazamientos. Sin embargo, después de discutirlo, la formación lo descartó y decidió mantener la programación. Eso sí, Alberto Núñez Feijóo “condiciona” su participación a la “evolución” de la emergencia, según apuntaron desde Génova. El líder del PP, que llegó el lunes a València en avión, canceló toda su agenda de la tarde (que incluía un encuentro con participantes del congreso del PPE y una cena con los parlamentarios de todos los Estados miembros) y se reunió con el núcleo de la Dirección del PP.

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Volviendo al congreso del PPE, y recuperando el plano político, cuando en junio del año pasado se anunció la ubicación de la cumbre, que es la más importante de los populares a nivel continental, nadie podía esperar que se celebraría exactamente seis meses después de que una DANA causara 228 muertes en el País Valencià y nadie podía prever que el clima político y social estaría marcado por las protestas en la calle contra Mazón en un contexto con Alberto Núñez Feijóo salpicado por la mala gestión del temporal y con una reunión en el horizonte entre los familiares de las víctimas de la DANA y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. La cita que empieza hoy servirá, además, para aprobar la hoja de ruta de la formación en toda Europa y para ratificar a Manfred Weber como presidente del PPE y a la catalana Dolors Montserrat como secretaria general de la formación.

La víspera del congreso del PP Europeo tenía que estar marcado por la séptima manifestación exigiendo la dimisión de Caros Mazón. Sin embargo, el apagón generalizado llevó a la delegación del Gobierno en el País Valencià a prohibir todas las manifestaciones convocadas el lunes. Posteriormente, las entidades y asociaciones que habían convocado la protesta la desconvocaron por los problemas de movilidad, para evitar los desplazamientos y limitar el uso del móvil a las emergencias. Por su parte, a última hora, Alberto Núñez Feijóo pidió que no hubiera un “apagón informativo” del Gobierno y reclamó movilizar “todos los recursos del Estado para evitar que haya situaciones indeseables”. “Es preciso incrementar el nivel de información de la ciudadanía todo lo posible, aunque lógicamente nada funciona con normalidad”, verbalizó el líder del PP, que catalogó el episodio como una “emergencia nacional”.

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Reunión entre Alberto Núñez Feijóo y Ursula von der Leyen el 9 de abril en Bruselas / Foto: Diego Puerta (PP)

Una ubicación en entredicho durante una semana

El congreso del PPE tiene lugar en València a pesar de las dudas que el mismo Feijóo puso encima de la mesa sobre su ubicación. Fue a principios de marzo, cuando, desde Bruselas, el líder del PP verbalizó públicamente que se estaba estudiando cambiar de lugar el congreso del PPE. La versión oficial era que coincidía con un pleno del Congreso de los Diputados, cosa que dificultaría la asistencia en València de los parlamentarios populares, pero a nadie se le escapa la incomodidad de reunir a los principales dirigentes del PPE con Carlos Mazón como anfitrión. Feijóo relató que cuando conocieron las “fechas concretas” del calendario de los plenos de la Cámara Baja, pidieron un “cambio” para poder asistir sin problema al Congreso del PPE y “tener la seguridad en las votaciones”.

“La respuesta del Congreso ha sido una respuesta negativa y de forma tajante. No están dispuestos a cambiar el orden del día, la sesión de control y el horario de votaciones”, lamentó el líder del PP. Y abría la puerta a trasladar el congreso popular a Madrid. Sin embargo, una semana más tarde, el PP confirmaba que, debido al coste de cancelar todas las reservas y de las dificultades para mover la ubicación de la cita, el cónclave se mantenía en Madrid. Y, días después, en uno de los pocos momentos de entendimiento de la legislatura, el PP y el PSOE acabaron poniéndose de acuerdo y, siguiendo los precedentes, movieron el pleno del Congreso a la semana siguiente para dejar vía libre a los parlamentarios populares. Desde las filas del PP, reconocían que no conocían la existencia de otros casos similares y agradecieron el gesto de Francina Armengol.

Una concentración para presentar el Acuerdo Social Valenciano a las puertas de la cena del PPE

La ubicación del cónclave en València ha servido para multiplicar la voz de las protestas contra Carlos Mazón. A pesar de que la manifestación convocada para ayer se suspendió por el apagón, la primera jornada del congreso del PPE también estará marcada (si no se prohíbe) por una concentración. Será en el Puente del Assut del Oro (en la Ciudad de las Artes y las Ciencias) para presentar el Acuerdo Social Valenciano y está impulsada por las asociaciones de víctimas, los Comités Locales de Emergencia y Reconstrucción, los sindicatos y los movimientos sociales. “Harán seis meses desde que nos ahogaron, ahora asomamos la cabeza para coger aire y denunciar la negligencia política de la Generalitat Valenciana ante la DANA y la complicidad de quien la está sosteniendo: Feijóo y Von der Leyen”, denuncian los convocantes, que reclaman la dimisión de Carlos Mazón.

Por cierto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se reunirá con los representantes de las asociaciones de afectados de la DANA el martes 13 de mayo. Las asociaciones le habían solicitado por carta una reunión en València aprovechando el congreso del PPE, pero el encuentro será finalmente en Bruselas. Desde el equipo de Von der Leyen, quitan importancia a la localización de la reunión: “Es un congreso de partido, esta es la razón por la que estarán aquí. Se reunirá más adelante con las asociaciones de víctimas”, justificó un portavoz de la Comisión Europea.

Dolors Montserrat será confirmada como número dos del PPE

A nivel político, el congreso del PPE tiene que servir para que Dolors Montserrat sea ratificada como secretaria general de la formación. Es la propuesta que hizo hace unos días el presidente de la formación, Manfred Weber, que elogió su “fortaleza moderna, activa y política” y su “campaña brillante a nivel local, regional, nacional y europeo”. “Después de unas elecciones europeas exitosas, el partido continúa con su agenda de reforma y modernización para cumplir nuestra visión”, sostuvo. Desde Génova, Alberto Núñez Feijóo celebró que era una “gran noticia para España y para el PP”. “Con la designación de Dolors, europeizamos el PP y españolizamos el EPP”, reivindicó.

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Dolors Montserrat, durante una rueda de prensa en Génova en agosto de 2024 / Foto: Europa Press

Dolors Montserrat, nacida en Sant Sadurní d’Anoia, actualmente es la portavoz del PPE en el Parlamento Europeo y líder del PP español en la Eurocámara desde 2019. En las dos últimas elecciones europeas, ha sido la cabeza de lista del PP en España. Además, en la pasada primavera, su nombre sonó como candidata en las elecciones catalanas del 12M, pero finalmente Feijóo se vio abocado a confirmar el liderazgo de Alejandro Fernández. Eso sí, Montserrat fue designada como presidenta del comité de campaña con el objetivo de que Génova siguiera de cerca los pasos de Fernández.

La presidenta de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo, el futuro canciller alemán y once presidentes

El congreso del PPE contará con la presencia de los principales dirigentes europeos. Estará encabezado, al lado de Alberto Núñez como anfitrión, por Ursula von der Leyen (presidenta de la Comisión Europea) y Roberta Metsola (presidenta del Parlamento Europeo). Participarán los presidentes de once estados miembros de la Unión Europea y el futuro canciller alemán, Friedrich Merz. Tres de los nombres más destacados serán Luís Montenegro (Portugal), Donald Tusk (Polonia) y Kyriákos Mitsotákis (Grecia). Además, el PPE cuenta con ocho jefes del ejecutivo más: Austria (Christian Stocker), Bulgaria (Rosen Zheliazkov), Croacia (Andrej Plenković), Finlandia (Petteri Orpo), Letonia (Evika Siliņa), Luxemburgo (Luc Frieden), Rumanía (Ilie Bolojan) y Suecia (Ulf Kristersson).

Bonus track: el último congreso del PPE en España

La última vez que el PPE organizó su congreso en España fue en 2015. Y se celebró en Madrid, igual que en 1995, que es el otro precedente. En 2015, Mariano Rajoy estaba en la Moncloa y el líder del PPE era Donald Tusk, que presentó al entonces presidente español como un “modelo para muchos” y elogió sus políticas para “hacer frente al problema de la contención de la migración ilegal”. De hecho, la inmigración centró su discurso: “No podemos ya permitir que solidaridad sea sinónimo de ingenuidad, apertura, sinónimo de impotencia y libertad, sinónimo de caos”, verbalizó.

Donald Tusk subrayó que la labor “más importante” para el “centro-derecha moderado” era el “restablecimiento de las fronteras exteriores de Europa” para “proteger efectivamente los valores [europeos]”. “Hemos perdido la capacidad de proteger nuestras fronteras, nuestra apertura no es una opción deliberada, sino la evidencia de nuestra debilidad”, remachó. E hizo un llamamiento a “no entregarse” al populismo y la xenofobia, alegando que su objetivo político debía ser “fortalecer a Europa contra los extremistas de derechas y no convertirse en unos de ellos”. Ahora, el PPE vuelve a España cuando se han normalizado las relaciones entre el PP y Vox, que gobernaron en coalición en seis comunidades autónomas hasta que hace diez meses Santiago Abascal rompió todas las alianzas por el reparto de migrantes y que se han aliado para sacar adelante los presupuestos, precisamente, del País Valencià.