El plazo para presentar coaliciones para las elecciones vascas y gallegas del 5 de abril ha expirado. Ciudadanos, que no tiene representación en ninguno de estos dos territorios, ha conseguido convencer el PP para ir juntos a Euskadi, una decisión que se ha llevado por delante al líder de los populares vascos Alfonso Alonso. En cambio, el poder de seducción de los de Arrimadas no ha sido suficiente para que el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo -que gobierna con mayoría absoluta- acepte una coalición electoral con los naranjas. Y ya no están a tiempo.

Con todo, a Ciudadanos no están dispuestos a lanzar la toalla. "Todavía podríamos estar a tiempo de encontrar alguna fórmula que sume en Galicia, que tenga en cuenta el peso de nuestros partidos", ha señalado Arrimadas en una entrevista en RNE. Hay todavía alguna rendija que les permitiría encontrar cobijo en el PP. Hasta el 1 de marzo hay margen para presentar las listas electorales y la alternativa pasaría por que Feijoo incorporara en su candidatura nombres de Cs. Esta posibilidad no acaba de gustar a Cs. Su líder apunta que podría esconder un intento "de absorción" de Cs y reclama que la solución final garantice "la autonomía de su partido".

El propio Feijoo, que de ninguna manera renunciará a sus siglas después de haber recogido tres mayorías absolutas, ha expresado sus dudas. No se fía. Durante un desayuno informativo ha avisado a Cs de que no puede utilizar al PP como "vehículo" para entrar en el parlamento gallego y después no marcharse al grupo mixto.

Arrimadas no ha escondido su malestar porque siente que Feijoo menoscaba a su partido. "Este desprecio a los votantes de Cs me parece que es, aparte de injusto, un poco insensato en un momento como este", ha subrayado. En las últimas elecciones gallegas Cs obtuvo 48.553 votos, un 3,4% del electorado, y ningún escaño. Los populares, 682.150, el 47,6% y 41 diputados.

Como mecanismo de presión, el exjefe de la oposición en el Parlament ha avisado de que "en Catalunya influirá mucho lo que haga el PP en Galicia". A diferencia de lo que pasa en el País Vasco y Galicia -donde el PP tiene la sartén por el mango-, en Catalunya es Cs la fuerza dominante.