La crisis porcina catalana, el caso Salazar y el escándalo del hospital de Torrejón madrileño se colaron en la celebración del día de la Constitución este 6D, marcada por la trifulca política entre partidos, que aprovechan cualquier oportunidad para atizar al adversario. La de este sábado fue una celebración fría, deslucida, marcada por las ausencias (solo asistieron cinco presidentes autonómicos), que tuvo una estrella, la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, que está convirtiendo en un hecho habitual la sombra que proyecta y eclipsa a Alberto Núñez Feijóo. El 6D constitucional fue otra excusa para elevar el tono de la trifulca política, y el líder del PP y Pedro Sánchez volvieron a estamparse ante los micrófonos con reproches mutuos. Que si el uno “degrada la Constitución”, que si el otro va de víctima y de “profeta del desastre”, pero fue Ayuso quien atrajo las miradas y dio los titulares más jugosos. Por un lado, hurgando en la crisis que han provocado los cerdos jabalíes en Catalunya y retirando al gobierno socialista que no pida responsabilidades políticas porque quien gobierna aquí es otro socialista, Salvador Illa. Y por otro, lanzando un boomerang contra el ejecutivo de Sánchez para sacudirse la responsabilidad del escándalo del hospital de Torrejón, insinuando que es una estrategia del enemigo político para tapar sus problemas de corrupción y otros escándalos internos propios, como el caso Salazar por las denuncias de acoso sexual contra el exasesor de la Moncloa. Las consecuencias de todo ello se reflejan en las portadas de este domingo, sobre todo en la prensa de Madrid, pero en Catalunya, entre otros temas, continúa preocupando la peste porcina, su origen y sus consecuencias.
El País se hace eco de que la “pelea entre los partidos acapara el Día de la Constitución”, pero el titular principal es para una entrevista a la ministra de Sanidad, Mónica García, quien asegura que “derogaremos la ley que permite el modelo del Hospital de Torrejón”, para crear una norma que no impedirá la colaboración público-privada, pero que la limitará. Y la fotografía principal, muy bien encontrada, muestra una escena con varios ministros, incluida García, pero la mirada centra la atención en la presidenta madrileña, con un pie atascado que dice: “Ayuso minimiza el escándalo”. Y siguiendo en Madrid, miramos ahora las portadas de la prensa conservadora, que aprovecha el caso Salazar para atizar al Gobierno de Sánchez y sacar a ventilar sus vergüenzas. Recordemos que Francisco Paco Salazar fue asesor de la Presidencia del Gobierno y figura próxima a Ferraz, con responsabilidades orgánicas y proyección interna. En julio de 2025, tras las primeras acusaciones de acoso sexual, dimitió de todos sus cargos y salió de la Moncloa y de la estructura federal. Pero las denuncias acabaron desapareciendo del sistema, y ahora el caso ha vuelto a estallar en un contexto preelectoral, especialmente sensible en territorios como Extremadura y Andalucía, con el temor de que pueda erosionar el apoyo femenino al partido. El hecho de que el PSOE haya hecho bandera de las políticas de igualdad y de la lucha contra la violencia machista agrava el coste reputacional de una gestión percibida como opaca y tardía, ha convertido este caso en un arma de la oposición.
Así, la prensa afín, como ABC, titula que el caso del exasesor del gobierno socialista “torpedea como candidatas a Montero y Alegría”, aspirantes a las elecciones andaluzas y aragonesas, respectivamente. En cambio, La Razón pone el acento en la crisis interna que se ha originado en el PSOE con este caso. “Los afines a Sánchez abren el ‘cruce de navajas’ entre ellos”, titula el rotativo, quien afirma que el caso Salazar “muestra la lucha entre facciones y los partidarios del presidente ya no son un bloque”. El diario del grupo Planeta también asegura que la “grave crisis que afecta al gobierno español agita al partido, que se prepara para el final de la etapa Sánchez”. El Mundo, por su parte, también carga contra Sánchez, pero utiliza a Puigdemont para hacerlo. “Sánchez agita el ‘quiebro’ que le pide Junts en el Día de la Constitución”, es el título de la portada, pero dentro cambia la palabra Junts por la de Puigdemont. Y en el subtítulo, explica para justificarlo que la presidenta del Congreso Francina Armengol aboga por “adecuar” la Constitución a la “diversa realidad territorial”, mientras el jefe del Ejecutivo pide “paciencia” para recuperar la relación con los independentistas.
En la prensa catalana, La Vanguardia publica como noticia más destacada de su portada que “el Govern busca el origen de la peste porcina en cinco laboratorios”, y por debajo, la fotografía que ilustra “el día de la constitución de trámite”. El tema propio del domingo es un interesante reportaje sobre cómo es trabajar a 151 metros de altura, en referencia a los trabajos que se hacen en la Sagrada Familia para completar la cruz de la torre de Jesús que corona el templo. El Periódico también destaca que “Feijóo y Sánchez trasladan la tensión de la legislatura al Día de la Constitución”, y en un rincón habla de la auditoría a los centros que tratan la peste por una posible fuga del virus, pero el tema destacado del día es por los comicios del 21 de diciembre que abren la carrera electoral de las autonomías, que titula “Extremadura deshace el empate entre PSOE y PP”. Igualmente, el diario Ara lleva el encargo de Illa de auditar los centros de investigación en Collserola en la portada, pero el tema principal es por un reportaje sobre los imanes en Catalunya. “Quiénes son, qué hacen, de dónde vienen”, titula. Y por último, El Punt Avui dedica el dossier de este domingo a los concursos de obra pública, y asegura que estos concursos, “que deberían ser una herramienta estratégica, todavía penalizan a las empresas que innovan”.
