El Partido Popular se ha salvado de una buena este viernes. El aumento de la inflación ha sido el titular alternativo y el cobijo que ha ahorrado al partido derechista presidir las portadas. Aunque el Banco Central Europeo cree que la subida de precios será un efecto pasajero, casi todos los diarios abren la primera página con este fenómeno, que no cogía esta magnitud desde el año 1992. La alternativa era la condena al extesorero del PP, Luis Bárcenas, y al mismo partido, por haber pagado con dinero negro de la caja B las obras de reforma de la sede central, en la calle Génova de Madrid. En los juzgados todavía se investigan un buen paquete de casos de corrupción relacionados con dirigentes del PP, pero los casos que se han juzgado hasta ahora lo pintan como una máquina de hacer dinero negro.

Es curioso que el Tribunal de Cuentas, que fiscaliza la contabilidad de los partidos políticos —esta es una de las principales tareas que tiene encomendadas— nunca haya visto nada de las irregularidades que se acreditan en causas y juicios. O quizás no tan curioso. El Periódico de España titula diciendo que este caso pone de relieve los obstáculos que el PP ha puesto a la acción de la Justicia. Todo cuadra de una manera inefable si consideras otra noticia que publica El País. Enrique Arnaldo, uno de los jueces propuestos por el PP al Tribunal Constitucional, pasó 20 años haciendo negocios con varias administraciones públicas, la mayoría gobernadas por el PP. También ha participado en 153 actividades de la FAES, la fundación del mismo partido. Etcétera. Es el currículum perfecto para ejercer con la imparcialidad y prudencia que se pide a cualquier juez del Tribunal Constitucional de cualquier Democracia Consolidada, ¿verdad? Si nos quejamos de Polonia y de Hungría porque el poder político coarta la actividad de los tribunales, ¿qué vamos a pensar de España a propósito del magistrado Arnaldo?

Valtònyc no sale

También ha perdido protagonismo en las portadas una buena noticia: en el último trimestre han encontrado trabajo más de 350.000 personas, de manera que ya son más de 20 millones los ocupados, un dato que no se daba desde 2008. El paro está al 14,5%, una tasa que en España se sitúa en la parte baja. Naturalmente, tampoco aparece en portada (salvo en las de El Punt AvuiAra) la sentencia del Tribunal Constitucional de Bélgica que declara inconstitucional la ley de injurias a la monarquía de aquel país, de 1847. La Justicia española utilizaba esta ley —que tipifica como delito insultar al rey— para argumentar la extradición del rapero Valtònyc por una canción en la que insulta al monarca español. Es decir, que para defenderse de la Justicia española, Valtònyc tenía que cargarse una ley belga —aunque en desuso— y lo ha conseguido. Si eso no es noticia de portada...

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