Pere Aragonès se lleva hoy el partido de las portadas por goleada. De las portadas que hablan de la realidad, se entiende. Las de Barcelona, sin embargo, componen un catálogo de matices que haría estallar la cabeza de los portadistas de los diarios de Madrid. Los relatos son iguales, pero no son el mismo. El Punt Avui, diario más próximo al puigdemontismo, casi da por condenada la mesa de diálogo y negociación entre los gobiernos español y catalán, compra la versión de Junts (los han vetado) y que el Govern no quedará afectado, y reparte culpas entre "los socios". Ara, que hace más equilibrios y mira con el ojo derecho a ERC, habla abiertamente de "crisis" en el Govern causada por la tozudez de Junts, que ha obligado a Aragonès a dar un puñetazo sobre la mesa. La Vanguardia, a quien cae mal el puigdemontismo, también habla de crisis —hoy tiene sentido— pero la consecuencia no parece grave: "enturbia la mesa" (mmmmmm... ¿puede una mesa "enturbiarse"?) como queriendo decir que si tenemos paciencia todo se aclarará, que es una tormenta en un vaso de agua. También deja como un gobernante serio al president de la Generalitat por no admitir la rebeldía de Junts. El Periódico, que también juega en el equipo anti Puigdemont, en cambio, pasa olímpicamente de las riñas entre socios del Govern y abre con una noticia administrativa: que los negociadores fijarán un sistema de trabajo y un calendario. Pues vaya. También considera que Aragonès no se ha dejado intimidar por la maniobra de Junts, etcétera. Detalle: estos tres últimos no dicen nada de la aprobación en la Moncloa del veto presidencial a Junts.

El País también deja como un héroe del diálogo al president, a quien dedica titular principal y foto en portada. El diario explica que Aragonès resiste ("se planta") las presiones de Junts para poner a Jordi Sànchez, Jordi Turull ("dos indultados", los llama) y Míriam Nogueras; que salva la mesa pese a que el Govern salga "fracturado", cosa que le gana el aplauso de La Moncloa. Es importante aparecer de esta guisa en este diario, que aún es de referencia entre corresponsales y embajadas en Madrid. El trío de la bencina, en cambio, no puede permitir que queden bien Aragonès ni Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno español, ni Junts (hablan de Sànchez y Turull como de "dos condenados" o "dos ex-presos"). Los tres diarios, con énfasis decreciente de El Mundo a La Razón, coinciden en presentar a Sánchez y Aragonès como aliados de lo más íntimos. ABC habla incluso de "pinza", concepto que permitiría hacer aquí un juego de palabras desacomplejado en alusión al mismo diario.

Quizás te preguntas cómo es posible que las portadas del trío de la bencina no sólo coincidan a menudo en las interpretaciones más friquis de la realidad, tan extremas y alienadas que se hace imposible averiguar la relación de los títulos con la realidad y cuál es la lógica que les lleva hasta ahí. Pues una de las fuentes —no la única— de esta chaladura son los líderes políticos de la derecha española. Este lunes, Pablo Casado, presidente del PP, dijo en la COPE que "[Pedro] Sánchez ha reconocido que acepta el referéndum que le piden los independentistas si llegan a un acuerdo". El trío de la bencina hace ya dos días que sigue esa guía mental, aunque Sánchez haya dicho explícitamente que el referéndum no es negociable, porque "está fuera de la Constitución y no es lo que ahora mismo necesita Catalunya". Seguramente te mueres por saber qué dirán mañana estas portadas de la mesa, a qué distancia de la realidad quedarán. Por casualidad o por coincidencia, esos mismos tres diarios son los que salen en defensa de las compañías eléctricas, a las que el gobierno central retirará unos 2.500 millones de euros para financiar la rebaja del precio de la luz causado por una reforma aplicada... por el mismo gobierno central. La Vanguardia lo lleva en un buen título, directo y al grano: "Las eléctricas amenazan con parar las nucleares si el gobierno central les recorta los beneficios". Pim pam.

Los que salen perjudicados de estas peleas y del griterío que las acompaña son los 13 catalanes acusados de terrorismo por Manuel García Castellón, magistrado de la Audiencia Nacional, que ha validado todas las fabricaciones de la Guardia Civil dos semanas después de cerrar el caso Kitchen. Un crack. Sólo El Punt Avui dedica un recorte al caso en portada.

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