Ara y El Punt Avui hacen hoy viernes unos titulares de portada como una casa en cuatro y tres palabras, de esos que se pueden poner de ejemplo de titular de un diario de papel contemporáneo. No es que los otros sean malos —enseguida vamos a eso— sino que se quedan cortos al explicar la convulsión del país caribeño con el hecho que los mandos de las fuerzas armadas apoyen a Nicolás Maduro. Es el hecho más grueso de este jueves —salvo los muertos, naturalmente—, pero es mucho más potente que las reverberaciones del caso sacudan a todo el planeta.
Quizás esos dos también se queden cortos. Ciertamente, Venezuela divide al mundo pero no sólo entre estados a favor del presidente Maduro o del presidente Juan Guaidó, sino también las organizaciones internacionales —o multilaterales— y los estados en sí.
España es buena muestra del panorama. Hay portadas que dan pena, por ruines, especialmente las de La Razón y ABC, que aprovechan una oportunidad tan triste —hay al menos 14 muertos y todo un país colapsado— para darle una patada a Pedro Sánchez a cuenta de su actitud aparentemente indecisa. El presidente del gobierno español ha llamado a Guaidó y ha pedido elecciones libres. Es un mensaje fácil de entender pero esos dos diarios hacen la interpretación más retorcida para dedicarse a sus groseras manías provincianas. Hace falta esforzarse para verlo así y tener mucha cara. Qué pena. Da la impresión que les importa Venezuela sólo para hacer daño a Sánchez. El Mundo, que también hace una lectura crítica de la postura cautelosa del gobierno español, al menos no lo acusa de lo que no es.
Mueve a pensar —y a pensar en otras revueltas más próximas, en circunstancias diferentes— lo que ha escrito ese tuitero bromista, o no tanto: "veo mucho paleto que no sabe distinguir un golpe de estado de un levantamiento legítimo: golpe de estado es cuando os cae bien el gobierno vigente y levantamiento legítimo cuando os caen bien los que se sublevan".
