La portada de La Vanguardia dice que "el resultado del temporal en Catalunya es de cuatro muertes y un desaparecido". En realidad, "el resultado" del Gloria es mucho más devastador, aunque la pérdida en vidas sea su consecuencia más triste. Sólo hay que ver la portada de El Punt Avui para advertirlo —y lo que falta: hay que estar atentos al "resultado" de los embalses rebosantes y de los ríos casi desbordados, como señala Ara, además de saber cuál es la magnitud de la calamidad en el Delta y otras zonas afectadas.
Las muertes no tienen precio, pero habrá que contabilizar los destrozos de todo tipo en localidades, litoral, campos, viviendas, granjas, industrias, equipamientos y etcétera etcétera. Esperemos que esta valoración de daños no sea tan incompleta como la de La Vanguardia, que además utiliza una palabra (resultados) quizás más adecuada para hablar de contabilidad, matemáticas o competiciones.
Un día más, los diarios de Madrid pasan de largo sobre la devastación del Gloria, un poco a imitación del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, que ha preferido verlo desde un helicóptero.
Sánchez tiene otros temporales por capear, como le recuerdan en portada casi todos los diarios, especialmente los de la derecha mediática, transfigurados estos días en el diario de guerra del poder judicial. No perdonan ni una y, si no hay palo que morder, se inventan un buen juicio de intenciones y tira que te vas. La narrativa es que Sánchez se enfrenta al Supremo y a la Junta Electoral si el presidente Quim Torra no abandona su escaño y —según ellos mismos— la presidencia de la Generalitat. La previsión del tiempo político es mala malísima: el temporal Supremo ya está sobre nuestras cabezas.
