Solo El Punt Avui —ningún otro diario— publica la fotografía del Rey en medio de la cúpula judicial española, él mismo ataviado con la toga que visten jueces, fiscales y abogados. Es una ausencia notable, sobre todo si se compara con otros años y momentos. No se privan de publicar la imagen de Felipe VI de uniforme entre militares, o a las Cortes, entre legisladores, con traje y corbata, cuando se tercia. Esta vez, sin embargo, no hay foto. ¿Les da vergüenza? ¿Es porque el acto —la apertura del año judicial— se ha celebrado en la misma sala de la vista del procés? ¿Porque el Rey se sentaba en la misma silla que el magistrado Manuel Marchena, presidente del tribunal que redacta la sentencia de la cosa?

El Mundo ni siquiera referencia el acto en su portada. La primera de La Razón lo da perdido y pequeño. Un solo diario de Madrid, El País, abre con el acto, aunque prefiere dar la foto del speaker de la Cámara de los Comunes —también con toga, eso sí. En la web ilustra su crónica con una foto de archivo del Rey —con corbata. El acto judicial se ha celebrado por la mañana y es raro que, tantas horas después, no se vea una foto del día acompañando a la crónica. Seguramente se debe a algún grave percance: un problema técnico, no han llegado fotos de agencia, se han traspapelado... algo así. O no, porque en todo el texto de la portada ni se menciona la presencia del Rey en el acto. También podría ser que no les haya gustado la foto porque se ve a Felipe VI y al resto de mandamases del poder judicial con cara de futbolista que acaba de perder 12-0.

En fin. En la portada, El País hace ver que ha sido un acto ordinario y titula por las, digamos, quejas del presidente del Consejo del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, que ha lamentado el retraso en la renovación de esos órganos por falta de acuerdo entre los partidos. En el texto de la crónica, el diario insiste en que "el conflicto catalán, que los dos años anteriores había centrado el discurso inaugural del año judicial, ha quedado este año relegado a un segundo plano, aunque Lesmes no ha pasado del todo de largo y ha empezado por aquí su intervención". Pues vaya si ha quedado "relegado a un segundo plano".

Lesmes ha omitido —ningún diario lo recuerda— que el "bloqueo" proviene de la negativa del magistrado que debía relevarle, el mismo Manuel Marchena, que se echó atrás al hacerse públicos aquellos whatsapps del senador Ignacio Cosidó (PP) en que explicaba que era el candidato que PP y PSOE habían pasteleado previamente, incluso antes de escoger a los vocales del consejo que deben votarlo, según establece la ley. El pacto incluía que el PP designaría diez vocales del Consejo y el PSOE, once. En uno de esos mensajes, el que armó más barullo, Cosidó decía que, así, el PP controlaría "la sala segunda por detrás y presidiría la sala 61". La sala segunda es la penal, la única competente para enjuiciar a diputados, senadores y otros aforados. También es la que juzga a los presos políticos catalanes. La 61 es la especializada en ilegalizar partidos políticos. A buen, pocas.

Es sensacional. Los diarios de Barcelona abren todos con el acto judicial. Excepto El Periódico —que también hace ver que no pasa nada y lo da de título secundario— titulan en primera por el aviso de Lesmes que las sentencias se tienen que acatar, en referencia a lo que ya tú sabes. Se conoce que la prensa de Barcelona no ha advertido de que era un tema "relegado a un segundo plano".

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