¿Por qué el Govern impone restricciones drásticas a la vida social? Pues porque pasan cosas como las que La Vanguardia retrata en su foto de portada con tanta alegría. La portada de ese diario y la de El Periódico plantean un debate interesante: ¿quién debe hacerse cargo de la disciplina sanitaria en esos establecimientos, tantos y tan concurridos, en tiempo de emergencia? ¿Los mismos bares o las autoridades? Sea como sea, el único diario de Barcelona que no abre con bares y restaurantes es El Punt Avui, que muestra la otra cara del momento: los hospitales empiezan a pasarlo mal y quince días de restricciones no bastarán para frenar los contagios.
En Madrid, en cambio, la Covid-19 puede hacer los estragos que quiera, que los diarios tienen el cuerno metido en el conflicto por la renovación del Consejo General del Poder Judicial entre el gobierno español y la derecha (también española), que hace más de dos años que no acepta sentarse para pactarla. Los diarios que miran mal al actual gobierno se aprovechan hoy de la advertencia de la Comisión Europea a Pedro Sánchez: no vale torcer la Constitución y el sentido democrático general para resolver el entuerto en que el complejo político-judicial conservador mantiene al Poder Judicial. Cuando Mariano Rajoy hizo una reforma tan partidista como la que ahora se pretende, los diarios no levantaron tanto la voz, señal que aquella reforma ya les venía bien.
La Razón envía un mensaje
Hoy la prensa de Madrid presenta la situación de dos formas. El País, con cuidado de no romper ningún plato, avisa que el gobierno sacará adelante la reforma "pese a la advertencia" de la Comisión, como queriendo decir tranquilos que no ha sido nada. Será porque también piensa que sale ganando. Buena foto de Sánchez en la luna de Valencia mientras finge escuchar a a Charles Michel.
El resto de diarios aprovecha la ocasión para soltar todo tipo de hipérboles y mistificaciones, un poco como ayer. ABC se escandaliza por "el intento de politizar y someter" al Poder Judicial. I'm shocked, shocked! El Mundo entrevista a un viceministro polaco, para hacer ver que Sánchez es tan iliberal como la derechona nacionalista que gobierna el país centroeuropeo al "atacar la separación de poderes", como si eso, para ese diario, hubiera sido algún problema en el pasado más reciente. También lleva una buena foto de Salvador Illa.
La Razón, en cambio, envía un mensaje. El mensajero es Enrique López, consejero de Justicia de Madrid. Dice en una entrevista que el PP quiere hablar de la renovación del Poder Judicial y ofrecerá nombres "de perfil independiente" (¡que no te rías!). López es el hombre fuerte del gobierno de la presidenta Isabel Díaz Ayuso. También es antiguo colaborador del diario, donde escribía una columna semanal. El personaje quizás te suena porque, en 2014, cuando era magistrado del Tribunal Constitucional, los representantes de CiU, ERC, PSC e ICV en la Mesa del Parlament pidieron su recusación, al considerar que no era imparcial para deliberar sobre la declaración de soberanía aprobada por la cámara catalana en enero de 2013. La recusación venía avalada por los servicios jurídicos de Parlament. No hizo falta. Él solo renunció a su cargo el mismo año: lo pillaron conduciendo su moto bebido y sin casco tras saltarse un semáforo.
Los diarios se pican
En la Comisión Europea no tienen este nivel de detalle sobre el estado de la justicia española y sus agentes, claro. Eso no desmerece —Dios nos libre— el aviso a Sánchez, a quien han recordado que "es evidente que una mayoría reforzada para la elección de los miembros [del Poder Judicial] ofrece más garantías que una mayoría simple", que es el cambio que pretende. Sánchez se lo ha buscado, porque el miércoles, en la sesión de control en el Congreso, había dicho que "absolutamente nadie" en la UE cuestiona que una mayoría parlamentaria proponga la reforma de una ley "de acuerdo con la legalidad", etcétera. Pues ya ves. Los diarios aquí se han picado porque "de acuerdo con la legalidad", en España, los tres poderes han hecho de todo y el cuarto, que es la prensa, se lo ha tragado, justificado y promocionado, como saben bien los presos políticos y exiliados, Valtònyc, el lehendakari Atutxa, los chicos de Altsasu y los titiriteros de Madrid, por mencionar algunos casos famosos.
Está muy bien que los diarios salgan a defender como leonas la separación de poderes y el sentido democrático. Sería aún mejor si lo hicieran siempre. También cuando los actuales miembros del Poder Judicial —mayoría conservadora, mandato caducado hace más de dos años— siguen a lo suyo, proveyendo cargos vacantes de los altos tribunales, impartiendo doctrina y reforzando aquella mayoría, por si no fuera lo bastante sólida. La situación de la justicia en esos niveles —Consejo General, Tribunal Supremo, Audiencia Nacional, Tribunales Superiores y sus fiscalías— es tal que al Partido Popular y su entorno les es factible ganar en los tribunales lo que pierden en el/los parlamento/s (es decir, en las urnas) y echárselo encima a sus adversarios, además de que produce resultados vergonzantes cuando los tribunales europeos deben revisar las decisiones de la justicia española. Como en los casos ya citados.
