Al Partido Popular no le salen los números y ha pedido a Vox que retire sus candidaturas de 28 provincias de seis diputados o menos. La esperanza de los de Casado es concentrar en sus siglas el voto de la derecha, la derechona y la extrema derecha —un poco como hasta ahora— para superar al PSOE en el recuento. Amables y serviciales, El Mundo y La Razón ofrecen sus portadas como altavoz a las inquietudes del PP.

A carne de lobo, dientes de perro, deben pensar. Todo el mundo creía que la campaña electoral española enfrentaría a los partidos de izquierdas con los de derechas y, mira por dónde, hay otra riña viva dentro de este último bloque. Esto promete más portadas en picado sobre los ultras. Parece que predicarán en el desierto, porque Abascal ha dicho que no piensa ceder. Será interesante saber qué precio ofrecerán los populares a los ultras en esta transacción.

ME

LR

Al paso que va el PP, quizás no hace falta que el reconquistador se esfuerce mucho. El viraje del PP hacia la extrema derecha es bastante evidente. Dos portadas de hoy, la de El Periódico y la de El País, llevan una muestra elocuente. Este último diario lo explica en un titular pequeño y embrollado: "El PP propone retrasar la repatriación de las embarazadas que den en adopción". También lo mujer pequeño El Periódico, que siempre titula de cara a portería, lo traduce a bocajarro: "El PP frenará la expulsión de las inmigrantes si entregan a sus bebés". Así ya se entiende mejor.

Equivale a decirle a una madre —que sea inmigrante o amante de los turrones de Agramunt da igual— que pague con su hijo unos meses más de estancia en el Estado español, concretamente los meses de gestación que le queden antes de parir. Qué conveniente. El PP lo llama eso "tolerancia a cambio de donaciones" y "proteger a la maternidad". Increíble. Estamos en el año 2019, en Europa. ¿Cómo es que una propuesta tan bestia no ocupa más portada?

¿Qué vendrá después? ¿Hacerles pagar con los niños ya nacidos una estancia más larga, hasta que los chiquillos caminen o hasta que digan papá y mamá? ¿Dónde tienen la cabeza, si es que tienen? Este tipo de comercio de humanos incluso hace caer simpática la medida de Trump de separar a los inmigrantes ilegales de sus hijos, que nos ha escandalizado tantísimo. Seguramente los capitanes de los barcos negreros o los amos de las plantaciones del Sur de los EE.UU. tenían más juicio que los que proponen esta ley. Qué almas más negras.

EP

EPC

LV

AHORA

HOY

ABC