El susto que se han llevado o se llevarán hoy los lectores de El Mundo, ABC y La Razón es o será de campeonato al enterarse de repente, a toda portada, que la comunidad de Madrid va tan mal que la presidenta Isabel Díaz Ayuso ha ordenado confinarse a casi a un millón de personas en sus barrios y municipios del sur —zonas de clases populares—, además de limitar las reuniones a seis personas, reducir los aforos y cerrar los bares a las 22h.

Hace semanas que se ve venir y otros diarios —incluso los de Barcelona— habían sacado la cosa en portada. Los mencionados, no —ayer lo hacía La Razón, que de los tres es al que aun le queda un poco de vergüenza. En las zonas afectadas la proporción de contagios es de un millar cada 100.000 habitantes (Lleida se confinó con 300). El 30% de las camas hospitalarias y el 25% de las camas UCI de Madrid los ocupan ya enfermos de la covid-19. La atención primaria está desbordada. Imagínate si todo esto ocurre en Catalunya con un Govern indepe o secesionista o soberanista o llámale B.

Al menos hoy las portadas son limpias y contundentes. Se demuestra una vez más que no hay mejor portada que la que explica hechos netos y claros y nada peor que una portada como un cartel de propaganda política o la que quiere venderte una interpretación interesada. Hoy cae de perlas hasta esa foto que todos publican —difícil evitarlo— de Ayuso mirando al cielo como en una plegaria o un desmayo. La imagen sola dice tanto...

Hay algunos hechos, sin embargo, que también podían aparecer en las portadas de hoy y no están. Porque la confusión sanitaria madrileña y la gestión del gobierno autonómico no son algo repentino. Madrid es la región líder en contagios en España y en Europa, como en marzo/abril pasados, cuando Ayuso prometió contratar a mil rastreadores —no ha llegado ni a 150. También prometió reforzar la atención primaria —pero ha inaugurado un nuevo hospital sin personal para manejarlo. Los periodistas le han preguntado este viernes por qué Madrid las pasa tan mal. Ha respondido con excusas: "La pandemia siempre va por delante", las autonomías tienen "recursos limitados" y deben escoger, "falta un paraguas normativo" estatal...

La realidad: el fondo contra la Covid-19 ha transferido a Madrid 1.200 millones y no se sabe dóden están —los diarios, que debían fiscalizarlo, tampoco. Ayuso, que ahora pide árnica a Pedro Sánchez, no ha dejado nunca de criticar la centralización sanitaria impuesta por el gobierno español. Encima, no hace ni cuatro días que anunció una reducción de impuestos, trampa propagandística en que los diarios de su corte cayeron —sarna con gusto no pica.

Hablando de la corte, ayer, después de que la presidenta Ayuso anunciara las drásticas medidas para parar los contagios, Sus Majestades inauguraron la temporada 2020/21 del Teatro Real, con nutrida presencia de cortesanas y cortesanos. Porque las restricciones sanitarias no se activan hasta el lunes. Qué pillos.

Un par de cosas más, que se comentan solas. Una es que las portadas se veun obligadas hoy a explicar que Jorge Fernández Díaz, todo un exministro del Interior de Mariano Rajoy, es hoy un imputado más en el caso Kitchen, y tendrá que explicar al juez la existencia de la inexistente "policía patriótica", que se dedicó a obstruir la investigación judicial de las finanzas del PP. Fernández Díaz tenía que ser el garante que eso no pasaría, que vigilaría el estado de derecho y el imperio de la ley, etcétera. Las portadas lo explican con una sobriedad que otros días se echa de menos. Ayer mismo, ponemos por caso, al explicar la vista en el Supremo del caso por desobediencia del presidente Quim Torra. La otra nota destacable es un subtítulo sobre la fusión bancaria que El Periódico edita en el fondo de la portada. Dice así: "La valoración de Bankia es un 20% más alta de lo que hace quince días". Ve por donde|dónde.

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