La sentencia del Tribunal Constitucional no sorprendió a ninguno de los partidos que había trabajado en el Parlament en la redacción del Estatut. Todos los ponentes hablan de una crónica anunciada, igual como coinciden que aquella decisión marcó de una manera u otra una ruptura. Una valoración negativa sobre la sentencia que también plantea el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la entrevista publicada en ElNacional.cat.

Los ponentes de CiU, Francesc Homs; PSC, Miquel Iceta; ERC, Joan Ridao; ICV, Jaume Bosch y PP, Francesc Vendrell, han valorado para ElNacional.cat cómo se vivió aquella sentencia y el efecto que tuvo sobre el procés independentista que se desencadenó.

Homs ironiza que la única duda que se plateaba era si la sentencia sería lo que describe como castración física (recorte de artículos) o química (sentencia interpretativa). Puntualiza, además, que el recurso que "se cargó el Estatuto de verdad" fue el del Defensor del Pueblo. "Es el recurso del Estado y el que condiciona más al TC. Es el recurso que sale de casa", argumenta.

 

Para el entonces portavoz del PSC en el Parlament, Miquel Iceta, resultaba especialmente preocupante el hecho de que "una decisión de un tribunal alteró lo que los ciudadanos habían votado en referéndum", lo cual provocó "dudas sobre las posibilidades de llegar a un buen acuerdo para profundizar en el autogobierno".

 

Para Ridao, que cuando se cerró la decisión del TC era portavoz de ERC en el Congreso, la sentencia comportó la "desactivación operativa" de todo el aparato estatutario que había motivado la reforma (la definición como nación, un modelo de financiación más justo, blindaje de competencias...). A pesar de admitir que este "naufragio" fue punto de ignición de un descontento y desánimo que condujo al procés, también advierte que en "la trinchera propia catalana" se cometieron errores, exhibiendo una extrema competencia entre los partidos durante la tramitación o sucumbiendo ante la estrategia divisiva del PSOE.

 

"Pensé que se había roto el pacto constitucional del 78", explica Bosch al analizar una sentencia que dejó "sin efecto" el Estatut. "Es increíble que nadie desde el Estado español se diera cuenta de la importancia que tenía esta ruptura y no se hiciera ninguna propuesta para intentar enderezar las cosas", añade.