La policía patriótica de la Operación Catalunya utilizó a un vecino del expresidente de la ANC y exsecretario general de Junts per Catalunya, Jordi Sànchez, para espiarlo cuando era presidente de la Assemblea. Según ha destapado El Món a Rac1, el vecino, con las siglas P.O., era el hermano del policía que en ese momento dirigía los servicios de inteligencia del Ministerio del Interior de Jorge Fernández Díaz y era uno de los principales cabecillas de la policía patriótica.

Una mudanza y el auge del papel de Jordi Sànchez

Todo empieza en 2015, cuando Jordi Sànchez todavía no tenía un papel político notorio y las elecciones al secretariado de la ANC lo convirtieron en una figura pública. Concretamente, quedó en segundo lugar de las votaciones de las bases de la Assemblea y, poco después, se convirtió en presidente de la entidad independentista. Eso coincidió con una mudanza, después de que en 2011 un despacho de arquitectos se pusiera en contacto con Sànchez para ofrecerle que se sumara a una comunidad de propietarios para comprar un solar en Barcelona y construir un bloque de pisos. La construcción acabaría el verano de 2015 y, por casualidad, uno de sus vecinos era el hermano de uno de los mandos más importantes de la policía patriótica.

P.O. descubrió que su nuevo vecino, Jordi Sànchez, era el nuevo presidente de la ANC, e informó rápidamente a su hermano. Desde aquel momento, P.O. se encargó de seguir los movimientos de Jordi Sànchez de una forma discreta y con la intención de ganarse su confianza. Siguió los movimientos del entonces presidente de la ANC, y controlaba quién lo visitaba o qué paquetes o envíos recibía. Con todo, pudo elaborar dos notas de inteligencia con detalles sobre la vida privada del exsecretario general de Junts.

El papel de P.O. solo lo conocían una docena de altos cargos del Ministerio del Interior y del Cuerpo Nacional de Policía. De hecho, dos de ellos eran el comisario José Manuel Villarejo y el jefe de la policía española, Eugenio Pino, con quienes tuvo varios encuentros.

P.O. dice que él era quien utilizaba a la policía patriótica

Asimismo, P.O. admite a Rac1 las reuniones con los principales comisarios de la policía patriótica y que nunca explicó su papel a Jordi Sànchez. Sin embargo, argumenta su participación en la Operación Catalunya diciendo que no era la policía patriótica quien lo utilizaba, sino que él era quien utilizaba a la policía patriótica. Según el espía de Jordi Sànchez, su papel era extraer información de la propia policía patriótica, aunque P.O. no detalla por qué un trabajador anónimo como tantos otros quería información sobre las maniobras del Estado contra el independentismo.

Tampoco explica qué hizo de la información que obtuvo y tampoco descarta que los comisarios aprovecharan que vivía al lado de Jordi Sànchez para tirarle de la lengua más de la cuenta, pero insiste en que, en cualquier caso, él no les dio información de forma intencionada. El caso es que el espía de Jordi Sànchez no obtuvo ni un euro de los fondos reservados. Hacía este papel por convencimiento y por amor a su hermano.

Jordi Sànchez pide una reforma del sistema judicial y policial

Jordi Sànchez, minutos más tarde, ha salido al paso de las nuevas informaciones y ha cargado contra el Ministerio del Interior de Jorge Fernández Díaz. El expresidente del ANC ha explicado que él se entera de este asunto a través de Rac1. "Todos los vecinos nos llevamos bien. Es una información que impacta", ha dicho Sànchez, quien ha explicado que vive "puerta a puerta, pared a pared" con P.O. Sànchez también ha explicado que, por la suya forma de ser, no explicó a nadie detalles sobre el Proceso. "Por mi forma de ser y por la conciencia soy una persona muy discreta", ha explicado Sànchez, que subraya que en ningún momento lo Primero de Octubre estuvo en peligro. 

Sànchez ha pedido hacer una reforma del Estado. Concretamente, en los ámbitos del poder judicial y de la policía española y ha comparado la reforma que hizo el PSOE, a través del ministro Narciso Serra, del ejército español en 80. "Hasta que no se haga una reforma a fondo del cuerpo policial y de la justicia, la caja negra que se esconde detrás las buenas palabras de la seguridad del estado puede llevar muy fácil más a situaciones como esta", ha dicho.