El ministerio de Interior no abre ningún expediente al agente del Cuerpo Nacional de Policía infiltrado durante dos años a la izquierda antisistema de Barcelona, a pesar de las denuncias de agresión sexual presentadas por cinco de las mujeres a quienes engañó con el fin de ganarse su confianza y adentrarse a sus círculos para perpetrar el espionaje de Estado, tal como destapó La Directa. En un comunicado sobre el falso militante antisistema mallorquín Daniel Hernández Pons-- alias 'Robocop'-- en el cual ha tenido acceso El Debate, el ministerio dirigido por Fernando Grande-Marlaska defiende su actuación para garantizar, "por imperativo constitucional y legal, el ejercicio de nuestros derechos y libertades". La defensa de esta operación sigue la misma línea que las informaciones que aseguran que el agente ha sido premiado por su servicio con una plaza muy bien pagada en una embajada fuera del Estado, presuntamente con el fin de protegerlo de los reproches y las graves acusaciones.

"Ninguna variación" en la situación del policía infiltrado

Según el documento de Interior al cual ha tenido acceso el medio citado, el topo no solo ha sido premiado y protegido, sino que ni siquiera se lo ha expedientado a raíz de las acusaciones de cinco mujeres con quienes estableció relaciones sexoafectivas: "La situación administrativa del agente no ha sufrido ninguna variación", y añaden en su defensa que "las mujeres y hombres que conforman las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cumplen en todas sus actuaciones los principios de legalidad y los valores constitucionales forman parte de su día a día porque garantizan, por imperativo constitucional y legal, el ejercicio de nuestros derechos y libertades," afirman.

Apretaban el topo de la izquierda alternativa

Dani, el policía español infiltrado a los movimientos sociales de Sant Andreu y Barcelona y el movimiento sindical entre mayo de 2020 y octubre de 2022, ya no se encuentra en Catalunya. El Ministerio del Interior así lo ha procurado después de las querellas por abusos sexuales de varias mujeres. Es más, según ha podido saber El Español, no solo se ha ido de Catalunya. Fuentes judiciales y policiales aseguran que se ha enviado el agente a trabajar en una embajada. La idea, según estas fuentes, era apartarlo temporalmente para protegerlo de las críticas y reproches después de las graves acusaciones. Según explica el digital mencionado, en la mayoría de destinos, el sueldo mínimo suele ser de unos 10.000 euros al mes, que pueden variar en función de la peligrosidad o distancia del país. En algunos casos podría superar los 20.000 euros. Cinco de las mujeres activistas afectadas por el caso de infiltración del policía español han interpuesto una querella por las conductas del agente, que habría mantenido relaciones sexuales y sentimentales con ellas y otras mujeres del movimiento para obtener información a cambio y escondiendo su identidad real. La querella es por los delitos de abusos sexuales continuados, contra la integridad moral o tortura, descubrimiento y revelación de secretos e impedimento del ejercicio de los derechos civiles. Otras afectadas podrían añadirse a la querella más adelante.